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La dictadura blaugrana


Se ha cerrado la primera vuelta de la Liga y lo ha hecho con una hegemonía insultante del Barcelona. Ni los más optimistas hubieran afirmado al principio de temporada que aquel equipo deshecho que dejó Rijkaard lo colocaría el novato Guardiola a un nivel tan abrumador y en tan poco tiempo.

Cincuenta puntos de 57 posibles, 59 goles a favor -más que Recreativo, Espanyol y Mallorca juntos- y 13 goles en contra son los impresionantes números colectivos de un Barcelona que cabalga a ritmo de récord. La última víctima de la apisonadora fue un Deportivo que sacó la bandera blanca en cuanto los culés pisaron el acelerador (5-0).

En Madrid se vivió uno de los peores arbitrajes de los últimos tiempos, que ya es decir. Pérez Burrul acabó expulsando a Juanfran al interpretar que fingió dos penaltis claros. Si a esto le sumamos la mala actuación del portero Roberto, ni siquiera su mejor versión le sirvió a Osasuna para rascar algo del Bernabéu. Juande Ramos vivió su partido más complicado desde que está en el banquillo y Vicente Boluda se estrenó en el palco con victoria (3-1).

Resiste el Sevilla en las tres primeras plazas. Con un juego espeso, a trompicones y sin brillantez, pero los hispalenses siguen sacando adelante los partidos. El gol de Renato en las postrimerías dio una pírrica victoria ante el Numancia (1-0).

Unai Emery ha mandado un mensaje en Valencia de que le da igual ser segundo o cuarto en Liga y se va a centrar en llegar lejos en UEFA y Copa del Rey al dar descanso a Villa y Joaquín. Los chés lo acusaron en la segunda mitad y fueron devorados, en un partido loco, por la ambición de un Athletic que vive su mejor momento de la temporada (3-2).

El Villarreal volvió a la senda de la victoria tras seis partidos consecutivos sin ganar y superó a un Mallorca sin pegada (2-0). Y en Almería, el Atlético sumó su primer punto del año y se mostró incapaz de ganar a un Almería con diez (1-1).

Los colchoneros quedan empatados a puntos con un Málaga de récord. Los andaluces son el mejor equipo recién ascendido, firman su mejor clasificación de su historia a estas alturas y se han ganado a pulso el título de revelación del campeonato. Esta jornada astigaron a un triste Espanyol. Los pericos marcan el descenso con quince puntos, a cinco del Numancia, con lo que quedan descolgados junto con Mallorca y Osasuna. (4-0).

En la zona media, Zigic volvió a dar tres puntos al Racing y provocan la cuarta derrota en fila del Getafe (0-1). Un renacido Recreativo, con un Adrián Colunga estelar, frenó al Sporting (2-0). En Valladolid, el Betis se reencontró con la victoria tras siete jornadas de la mano de Sergio García (1-3).

Carácter de líder


El Barcelona ha sumado esta jornada un nuevo ingrediente a esa pócima secreta que ha estado desarrollando el equipo de Guardiola a lo largo de la temporada. Y es que los culés han sacado casta y orgullo después de verse por debajo en el marcador en casa del colista Osasuna a falta de quince minutos.

Aunque la primera mitad fue apabullante, el Barcelona se dejó ir y el Osasuna, fiel a su estilo en casa, remontó llevando el partido a su terreno. Los blaugranas remontaron gracias a la calidad individual, certificada con el golazo de Messi, y sigue imparable al sumar su octava victoria seguida a domicilio (2-3).

El duelo entre líder y colista fue el último de una jornada que nos deja, entre otras cosas, la solvencia del Real Madrid, el declive del Atlético, el enorme derbi valenciano, el soplo de aire fresco para Manolo Jiménez y el camino triunfal del Málaga.

El Real Madrid vivió su partido más tranquilo de la temporada gracias a la inoperancia de un Mallorca que desterró de cuajo la esperanzadora imagen del Camp Nou. Juande Ramos tuvo un partido más para seguir moldeando el equipo a sus ideales (0-3).

El Athletic de Bilbao sorprendió a un Atlético que pide a gritos un conductor de juego. Los cuatro fenómenos que alinea Aguirre en ataque no tienen quien les alimente. Así, no es de extrañar que un equipo cada vez mejor conjuntado como es el de Caparrós le haya hecho morder el polvo. El Calderón volvió a pedir la cabeza de Aguirre (2-3).

El sábado se vivió en Valencia el partido de la jornada y uno de los mejores de los últimos meses. Valencia y Villarreal buscaron la victoria con descaro desde el primer minuto y el encuentro estuvo lleno de alternativas. Muy bonito (3-3). Además, el Sevilla remontó con uno menos al Deportivo, que sufre un duro frenazo y permite a Manolo Jiménez darse un respiro ante tanta crítica (1-3).

En el derbi andaluz de la jornada, el Málaga superó al Betis, que acabó con nueve y un cabreo monumental hacia el colegiado, sobre la bocina y prosigue su escalada (1-2). En Santander presenciaron un golazo de un Camuñas que está destacando desde su nueva posición de segundo delantero. Racing y Recre salieron contentos con el punto (1-1).

Tras el duelo copero, el Sporting volvió a superar al Valladolid gracias al dúo Carmelo-Barral (2-1). El Almería de Hugo Sánchez dejó escapar una renta de dos goles y da vida al Espanyol (2-2). Y el Numancia se hizo aún más fuerte en Los Pajaritos y devuelve al Getafe a la realidad. La pronta expulsión de Abbondanzieri allanó el camino (2-0).

La noche del Macanudo

Polémica, locura, remontadas, humillaciones y goles. Sobre todo goles. Los duelos entre el Atlético de Madrid y el Barcelona -como el que se vivirá está noche en el Vicente Calderón- garantizan espectáculo en estado puro y emoción a raudales. En el imaginario colectivo permanecen imborrables el cabezazo de Milinko Pantic en la final de Copa del Rey del 96, la elástica de Ronaldo en la Supercopa, las salidas de tono de Hristo Stoichkov o los oportunos goles de Fernando Torres.

En el Real Club de Polo de Barcelona, un miembro de esta asociación recuerda con especial cariño un encuentro entre azulgranas y colchoneros. Este argentino afincado en Barcelona, nunca olvidará la noche del Macanudo, la noche en la que el Camp Nou coreó su nombre. La noche de Juan Antonio Pizzi.

Para los más desmemoriados o demasiado jóvenes para recordarle, Pizzi fue un delantero argentino que paseó su olfato goleador por la Liga Española vistiendo las camisetas del Tenerife, Valencia, Barcelona y Villarreal. Sus mayores éxitos los vivió en el Heliodoro Rodríguez, donde anotó 31 goles y ganó la Bota de Oro en 1996. Ese logro le valió el fichaje por el Barcelona, que buscaba reencontrarse con el título de Liga después de varias temporadas sin catarlo.

Cómo le ha sucedido a otros muchos goleadores -Kodro, Sonny Anderson o actualmente Henry- Pizzi no consiguió rendir a la altura de las expectativas que sus registros habían levantado en el Camp Nou. En dos años como azulgrana apenas logró superar la decena de goles. Pese a todo, entre en la afición culé es recordado con cariño como Macanudo Pizzi.

El origen del sobrenombre data del 12 de marzo de 1997. El Barcelona recibía la visita del Atlético de Madrid en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey y los rojiblancos se pusieron muy pronto por delante en el marcador gracias a tres goles de la letal diestra de Milinko Pantic. El Barcelona dio muestras de reacción a través del portento de la naturaleza que era por aquella época un jovencísimo Ronaldo, pero de nuevo volvió a aparecer Pantic para aprovechar un garrafal error del siempre discutido Vitor Baia y anotar el 2-4, un marcador que parecía enterrar las esperanzas azulgrana.

Bobby Robson, entrenador de aquel Barcelona, no encontraba solución a lo que estaba viendo y decidió desempolvar a los olvidados Hristo Stoichkov y Juan Antonio Pizzi como último recurso. Con los cambios ofensivos, los azulgrana se volcaron contra la portería de Molina. Llegó el golazo de Luis Figo y el tercero de la noche en la cuenta particular de Ronaldo.

4-4 en el marcador, pero todavía hacía falta un gol más para que el Barcelona obrara el milagro de la remontada. Las estrellas habían hecho su trabajo y era el momento de atacar con el corazón. Los balones colgados al área por el guante de De la Peña se convirtieron en el único argumento azulgrana. La todavía poblada cabeza de Abelardo logró rematar uno directo a la escuadra, pero Molina realizó una gran parada y con ella lograba meter al Atlético de Madrid en semifinales. Sin embargo, la jugada no acabó ahí. Pizzi apareció de la nada para recoger el rechace, mandarlo a la red y desatar la locura en el Camp Nou.

"Pizzi sos macanudo, Pizzi sos macanudo", repitió una y otra vez el periodista catalán Joaquim María Puyal catando el gol durante la retransmisión del encuentro. El olvidado Pizzi había logrado clasificar al Barcelona para la siguiente ronda de una Copa del Rey que los azulgrana acabaron ganando, y en cuya final, curiosamente, Pizzi volvió a marcar un gol decisivo. Desde esa noche del 12 de marzo de 1997, este socio del Real Club de Polo de Barcelona responde al cariñoso apelativo de Macanudo, aunque ahora los goles los marque con el mazo y montado a caballo.

Llegar y besar el santo


El retorno triunfal de jugadores como Silva, Zigic o Iniesta y el de Hugo Sánchez al fútbol español ha marcado la última jornada de la Liga BBVA en la que Real Madrid y Valencia han dado un paso adelante en la persecución del Barcelona en detrimento de Villarreal, Sevilla y Atlético de Madrid.

Los duelos directos de cuatro de los grandes ha insuflado aire a Real Madrid y Valencia. Con Juande Ramos, el conjunto merengue apela al orden y no a la épica como con Schuster. Lass Diarra se estrenó con buena nota y el golazo de Robben fue suficiente para superar a un Villarreal en caída libre que sale de la zona europea (1-0).

Tras disponer de varios minutos en partidos precedentes, David Silva regresó a la titularidad y espoleó a un Valencia que con el canario en sus filas será capaz de todo. El Atlético acusó su pésima primera mitad (3-1).

El Barcelona sigue a lo suyo y sumó tres nuevos puntos. Sin Messi, sin tanta brillantez como acostumbra, remontando a un equipo en zona de descenso y con ayuda arbitral en el segundo tanto, pero los culés fueron superiores y mantienen su velocidad de crucero.

En ello influyó el retorno de otro titular del campeón de la Eurocopa, Andrés Iniesta, la calidad poco valorada de Touré Yayá y la enorme racha de Henry. El instinto asesino del francés está en sintonía, según dicen, con su estabilidad emocional (3-1).

Sin hacer ruido, el Deportivo se ha colado en Europa al superar al Getafe en el Coliseum (1-2). Ahí se mantiene, sin la grandeza de antes, un Sevilla que no supo culminar a Osasuna (1-1).

Otro regreso, el del serbio Zigic, le ha devuelto al Racing de Santander esa capacidad que tenía con Marcelino de sacar tres puntos de partidos igualados. Lo hizo, además, frenando a un Valladolid que llevaba cuatro victorias seguidas en Zorrilla (0-1).

En Almería, Hugo Sánchez vivía su particular regreso al fútbol español y lo hizo con una engañosa victoria que le dará tranquilidad ante un Betis que sigue su irregular camino (1-0). En Huelva se vivió un hecho insólito. Riesgo paró dos penaltis y el Recreativo goleó a un pobre Numancia (3-1).

El Málaga aprovechó las bajas del Sporting y un error de Sergio Sánchez en el duelo de ascendidos consolidados (1-0). Y en San Mamés, Mané sumaba su segundo punto al frente del Espanyol (1-1).

Se queda sin perseguidores



Las derrotas de Valencia y Villarreal y el empate del Sevilla han provocado que el Barcelona ampliara su ventaja al frente del liderato hasta los diez puntos. Una distancia que parece insalvable. El equipo de Guardiola ya bate récords y ha igualado el mejor arranque de la historia de la Liga.

Esta vez, los culés remontaron a una de sus bestias negras, el propio Villarreal en El Madrigal y sin la brillante participación de algunos de sus primeros espadas. Keita y Henry superaron el gol inicial de Cani. Con este triunfo, el Barça certifica un cuatro de cuatro ante sus grandes rivales en la Liga (1-2).

En el otro gran duelo de la jornada, el Real Madrid se deshizo con muchos problemas del Valencia evidenciando algunos de los argumentos que mantendrá Juande Ramos. El nuevo técnico merengue volvió a equilibrar el once en ambas bandas y formó un 4-4-2. Con el pronto adelanto de Higuaín, el Madrid se centró en aguantar las estocadas del Valencia, que perdonó hasta la expulsión de Marchena (1-0).

El Atlético de Madrid, mientras, mantiene su ritmo triunfal y ya suma quince encuentros sin conocer la derrota. Los dos goles de Maxi y el de Agüero superaron el de Sergio Sánchez y Valdo en Montjuic ante un Espanyol que no levanta cabeza ni con Mané (2-3).

Tras su eliminación en UEFA, culminó el Sevilla su fatal semana en Mallorca con un empate sin goles que le mantiene, sin embargo, en un fenomenal segundo puesto (0-0). Y el Deportivo completó un año espectacular goleando al Recreativo y se presenta como principal alternativa a los indiscutibles seis primeros (4-1).

En el Molinón, el Sporting provocó con un solitario gol de Maldonado la destitución de Gonzalo Arconada en el Almería. Aunque el año de Emery ha aumentado las expectativas en el equipo andaluz, una victoria en las últimas once jornadas significan una losa demasiado grande para cualquier técnico (1-0).

En Soria se vivió la remontada del año. El Numancia levantó un 1-3 en los últimos cinco minutos ante el Valladolid gracias los goles de Del Pino, el recién fichado Aranda y Gorka Brit (4-3). El otro encuentro con siete goles fue la balsámica goleada de Osasuna al Getafe. La mejor noticia para los pamplonicas es que, tras tantas decepciones, están a dos puntos de la salvación (5-2).

Y en la zona media, el Athletic superó al Betis en el Ruiz de Lopera en el encuentro que cerró la jornada (0-1) y el Racing igualó con el Málaga (1-1).

Eterno Xavi


El Barcelona acaba de anunciar la renovación de Xavi Hernández hasta el 2014. Por entonces, el de Tarrasa cumplirá nada más y nada menos que dieciséis años en el primer equipo. Una cifra que, junto con su calidad, le valdrá para convertirse en uno de los mayores mitos azulgranas en la historia.

Aunque ahora esté consolidado, lo cierto es que es un jugador al que nunca le han faltado detractores. Hasta esta Eurocopa, la altura de su fútbol nunca había estado a la misma altura de los halagos que recibía. Le ha costado un mundo recibir el reconocimiento que se merece.

Desde que apareció en el primer equipo, su compatibilidad con Guardiola siempre se puso en entredicho. Cuando el que es ahora su entrenador se marchó a Italia, la titularidad le llegó, pero de forma intermitente.

En la era Rijkaard, la incorporación de Deco y el crecimiento de Iniesta volvieron a poner en duda su titularidad para prensa y afición, pero no para su entrenador. No cambiaba el ritmo, movía el balón de lado a lado sin profundidad, no sabía dar el último pase o su incapacidad para llegar al área eran las críticas más comunes. Además, Ronaldinho llegó a ser designado capitán antes que él.

Por si fuera poco los sinsabores de los que disfrutaba, una rotura de ligamento a finales de 2005 le impidió disfrutar del final de la campaña en la que los culés tocaron techo con Liga y Champions.

En la selección, este debate se ha producido en mayor medida. Sin embargo, Luis Aragonés siempre confió en él y Xavi se lo devolvió convirtiéndose en el paradigma de la regularidad. Su juego, por fin, recibió el fruto que se merecía en forma de premio individual.

A la hora de elegir el mejor jugador de la Eurocopa, en la cabeza de los españoles se encontraban nombres como el de Villa, Cesc, Torres, Iniesta o Senna antes que el de Xavi. Sin embargo, todo aficionado mostró su aprobación después de que el del Barça fuera designado. Su capacidad de convencer a la gente sin mucho ruido volvía a hacerse patente.

Ahora, Guardiola le ha otorgado más libertad para llegar al área y Xavi, como ha declarado en varias ocasiones, se siente más cómodo. Es todo un ejemplo por su compromiso y cada vez que habla deja claro su humildad y compromiso. Es el mayor ejemplo de lo complicado que puede llegar a veces eternizar a un jugador de la cantera.
Tras este acuerdo, Xavi cobrará 8'5 millones brutos por temporada. En el Barça sólo le supera el tridente ofensivo Messi, Eto'o y Henry. Ha tardado, pero al fin recibe el reconocimiento que se merece.

Análisis sorteo Champions

Real Madrid-Liverpool

Ser segundo de grupo no había sido esta vez tan doloroso como en ediciones anteriores, pero el Real Madrid ha sido el peor parado. Los de Juande Ramos se cruzarán con el Liverpool de Rafa Benítez (constantemente sonando como futuro técnico blanco) en un duelo con muchísimo sabor español donde la figura de Fernando Torres realza sobre las demás por su pasado atlético.

El actual líder de la Premier League es un equipo más que experimentado, rudo y especialista en eliminatorias a doble partido, como demuestra a lo largo de sus últimos años en Europa, donde suma dos finales desde la llegada del madrileño al banquillo. Benítez ha encontrado esta campaña la mejor versión en el campeonato nacional, que por primera vez es el objetivo prioritario para los Reds.

La fuerza de su defensa, la potencia y control de la pareja Gerrard-Xavi Alonso, la presión de Anfield (donde se jugará la vuelta) y la presencia de Torres en punta, aseguran una eliminatoria por todo lo alto con numerosos detalles para analizar. La mejor noticia para los blancos es que hasta febrero no volverá la competición, con lo que hay tiempo para que la balanza se ajuste y, al menos, recupere efectivos para ganar en posibilidades.

Lyon-Barcelona

El eterno campeón galo se echó las manos a la cabeza cuando le tocó en desgracia el Barcelona, que está considerado como el favorito por su juego. Sin embargo, el equipo de Claude Puel es impredecible, capaz de todo y mantiene una base que le auto-exige a intentar llega lejos en Europa donde, por cierto, ha pegado un ‘bajón’ respecto a años anteriores.

La presencia de Benzema en el Camp Nou levantará ampollas tanto por los rumores que hablan de interés culé, como por sus declaraciones sobre el deseado futuro como madridista que parece desear la perla lionesa. Las faltas de Juninho y Ederson, la juventud del gran meta Lloris y la base ya conocida de los Toulalan, Govou, Kallstrom o Makoun, forman un colectivo complicado pero con la ‘piel de cordero’ desde ahora hasta febrero.

Atlético de Madrid-Oporto

Con buenos ojos se ha visto en el Manzanares la ‘bolita’ del campeón portugués. Los rojiblancos tienen un bloque compacto que Aguirre intenta moldear ante los grandes de europa y el Oporto de Jesualdo Ferrerira parece una piedra de toque asumible pero complicada por su mayor experiencia europea.

Las virtudes de los dragones blanquiazules están en su ataque. Lisandro López es uno de los delanteros del momento por pegada, consistencia y registros, lo que le hace ser clave para su equipo en citas como esta. La jerarquía de’ Lucho’ González, la potencia del joven Hulk y las apariciones de los Fucile, Meirelles o ‘Cebolla’ Rodríguez, mejor aval para un equipo que cambia mucho su cara como visitante.

Villarreal-Panathinaikos

El rival más deseado ha caído en El Madrigal, donde la auténtica sorpresa de la fase de grupos, el Panathinaikos de Ten Cate, intentará seguir la proeza continental tras haber destronado a Inter o Werder Bremen.

El equipo ateniense es el animador improvisado del torneo. Tiene una base joven con jugadores en pleno crecimiento acompañados de otros más experimentados. Gilberto Silva lleva el mando junto al mozambiqueño Simao (atentos a él), el carácter guerrillero lo aseguran los Karagounis, Vyntra o Mantzios y la calidad recae sobre el irregular Ivanschitz. Un equipo más que asumible para el ‘Submarino’ que puede colocarle en cuartos si supera el infernal ambiente heleno.

Directos al título


Ganó el Barcelona el clásico que se presentaba como uno de los más desnivelados de los últimos años y lo celebró como si del título se tratara. Al equipo culé le costó más de lo esperado conquistar la telaraña defensivo formada por Juande Ramos. Lo cierto es que Eto'o se encontró el gol en un córner y Messi sentenció al contragolpe, lo que deja al Madrid a 12 puntos. Un abismo, sobre todo por los modales presentados, a pesar de lo que queda de Liga (2-0).

A ocho puntos del líder quedan ahora Valencia y Sevilla, a nueve el Villarreal y a once el Atlético. En el otro duelo de altura de la jornada, el equipo de Manolo Jiménez superó a un Villarreal que, tras un excelente inicio de campaña, ya le pesa la Champions. Un gol de Renato a trompicones fue suficiente para un equipo muy sólido (1-0).

El Valencia remontó el sábado a un Espanyol que vuelve a dar una buena imagen con Mané pero que otra vez mordió el polvo. La gran culpa la tuvo la expulsión de Rufete tras el adelanto fortuito de Román Martínez. Al Valencia le costó pero reaccionó tras la entrada de Silva. El canario no brilló excesivamente, pero su presencia reactivó a sus compañeros (2-1).

Prosigue su escalada el Atlético de Madrid, que superó a uno de los mejores visitantes, el Betis. Maxi y Agüero hicieron los goles para un equipo entusiasmado por superar en la tabla a su enemigo local. Los de Aguirre son quintos y van lanzados al aprovechar el descanso de la Champions y los enfrentamientos directos de sus rivales (2-0).

Enfrascados en la lucha por el séptimo puesto de la tabla se mantienen muchos equipos. Ya que la UEFA parece imposible por el nivel de los seis primeros, equipos como el Deportivo, el Valladolid, el Getafe, el Málaga o el propio Betis batallarán por acceder a la Intertoto.

Los pucelanos se deshicieron de un rival directo como es el Deportivo a base de golazos (3-0). El Getafe goleó a un Mallorca que queda hundido en la zona de descenso. Los de Manzano están sumidos en una importante crisis institucional y ahora se les viene encima el peor calendario posible. Dos cabalgadas de Uche en el primer acto encarrilaron el encuentro (4-1). Un gris Málaga superó a un Numancia que va de más a menos (2-0).

En San Mamés siguen sin tener un partido tranquilo a pesar de la goleada sobre el Sporting. Esta vez fue el susto de Gurpegui lo que manchó el encuentro. El Athletic toma aire (3-0). El capitán del Almería, Santi Acasiete, salvó a Arconada al empatar el golazo de Garay (1-1). Y en el duelo de colistas, el Osasuna le brindó la primera victoria al Recreativo en el Colombino gracias al gol de Colunga en los instantes finales (1-0).

El Madrid tuteó al Barça... hasta el 83'


Por María Mendoza (colaboradora El Enganche)

Pero lo hizo. Aunque los que auguraron un triunfo local no se equivocaron por siete minutos, el nuevo Real Madrid de Juande Ramos demostró que el clásico, como dice el tópico, es un partido diferente. Se equivocaron los que dijeron que los blancos iban a sucumbir frente a la máquina azulgrana (¡No haber apostado tanto!). Y también lo hizo, como es tradicional, el árbitro del encuentro.


Seguro que poco pudieron saborear la victoria como venganza los catalanes (por aquello del "pasillo"). Los blancos se marcharon del Estadio del F.C. Barcelona a doce puntos de la cabeza, de la tabla, pero con su cabeza bien alta. ¡No iba a permitir menos el gran capitán, Raúl!


En esta ocasión, Juande también carecía de los lesionados, pero además de orgullo, hay que agradecerle al manchego las mejoras plasmadas sobre el terreno de juego. Véase la defensa o los canteranos (Palanca debuta en el Camp Nou), entre otros. ¡Y en tan sólo cuatro días!


El líder de la Liga se impuso al final pero ya algo huele diferente en este Madrid. No me tachen de optimista que me explico: faltan cinco meses de campeonato, los blancos están sufriendo su bajón ahora (veremos cuándo le toca al resto de rivales), ha llegado y llegará "savia" nueva, volverán los lesionados… El cambio se empezó a gestar este sábado en la casa del máximo rival… ¿Les suena?

Los goles del clásico

1-0, m.83: Samuel Eto´o



2-0, m.91: Lionel Messi

Tres cocos para el segundo bombo


Además del final de la racha triunfal del Barcelona, la definición de los cuatro primeros grupos de la Champions nos deja el sorprendente segundo puesto de Inter de Milán y Chelsea, así como el del Atlético.

El del conjunto colchonero no es tan inesperado. Cualquier aficionado hubiera firmado antes del inicio un segundo puesto logrado con tanta claridad y peleándole el primero al Liverpool. Los de Aguirre empataron en un encuentro muy soso ante el Marsella (0-0). Lo más importante fue la ausencia de cualquier altercado.


Primero queda, por tanto, un Liverpool que salió con sus menos habituales, lo que fue suficiente para batir a un PSV sumido en una importante crisis -quinto en la Eredivisie y fuera de Europa- (1-3).


El Barcelona, mientras tanto, se presentaba en el Camp Nou con un equipo más típico del Mini Estadi -normal teniendo en cuenta la situación- para medirse ante un Shakhtar Donetsk que mostró buenas maneras. Los ucranianos serán un rival duro en la UEFA.


A pesar del equipo de suplentes y jóvenes que planteó Guardiola, el equipo culé no perdió su esencia y mostró idénticos mecanismos de juego que los titulares (2-3). En un duelo sin importancia, el Sporting de Lisboa se deshizo de un Basilea que ha pasado desapercibido en esta edición (0-1).


En los otros dos grupos llegaron las mayores sorpresas al quedar Chelsea e Inter de Milán en segundo puesto. Mala noticia para el Barcelona, que se puede reencontrar, bien con el Chelsea, bien con Mourinho y su Inter.


Los londinenses dependían de un mal resultado de la Roma que no se produjo. El equipo de Scolari lo pasó realmente mal ante un Cluj que, a pesar de dar la cara en su estreno en la máxima competición continental, no se jugaba nada. El tanto de Drogba, que volvió a golear, le dio la victoria al Chelsea tras el empate de los rumanos. Kalou había adelantado a los suyos (2-1).


Los italianos no desaprovecharon la oportunidad y confirman su recuperación -cuatro victorias seguidas en la Serie A- tras un desastroso inicio de campaña. De la mano de Brighi y Totti, los italianos se cuelan primeros al superar a un Girondins que va a la UEFA (2-0).


Pero la mayor sorpresa de todas se dio en el grupo C, donde el Inter cedió el liderato en Alemania ante un Werder Bremen que había desarrollado una fase de grupos pésima. Sin embargo, los de Schaaf van a la UEFA dejando sin premio una excelente participación de la cenicienta Anorthosis. Mourinho parece que quiere seguir los pasos de Mancini. El paso firme que lleva en la Serie A contrasta con su irregular desempeño en la Champions (2-1).


El pinchazo nerazzurro no fue desaprovechado por el Panathinaikos, que se cuela entre los grandes de Europa al superar a un Anorthosis que se empequeñeció por primera vez en toda la fase grupos. Karagounis fue el héroe (1-0).

Empacho de goles


Más allá del incremento en las distancias entre Barcelona y Real Madrid en vísperas del clásico, la 14ª jornada quedará para el recuerdo por ser la sexta jornada más goleadora de la historia: 44 goles, lo que significa una media de 4'4 goles por partido. Hasta el momento, es la jornada con más goles de la temporada y la única en la que se ha anotado más de un gol en todos los encuentros.


El cierre nos dejó la derrota del Real Madrid ante el Sevilla (3-4) que coloca al equipo de Schuster en puestos de UEFA y, lo que es peor, a nueve puntos del Barcelona. La reacción de la segunda parte por la inclusión de dos extremos y un mayor equilibrio no fue suficiente. El tira y afloja al que sometió el equipo merengue a su rival, ésta vez, se decantó del lado visitante.


Mientras, el Barcelona sigue a lo suyo. A los de Guardiola ya les da igual el equipo que tengan enfrente. Se llame Sevilla, se llame Valencia, se juegue a domicilio o en el Camp Nou, raro será que el Barça no acabe castigando a su enemigo con goleada.


A la fiesta blaugrana, sin Iniesta ni Eto’o, se unió Henry con un hat-trick, además de un Dani Alves que ya lleva unos partidos dando su mejor versión. Y todo esto, enmascarado con un discurso humilde y conservador que recuerda al de la era Rijkaard (4-0).


El Atlético sigue aprovechando los duelos directos de sus rivales y ya está a tres puntos de Champions tras golear al Sporting (2-5). Agüero confirmó su mejoría física y Forlán permanece en estado de gracia. Igualado a 24 puntos con los colchoneros se encuentra el sorprendente Deportivo. Los de Lotina parecen no acusar el cansancio de la UEFA y superaron con solvencia a un enrachado Málaga (2-0).


El Villarreal había empatado en casa ante un Getafe que sale reforzado de los Pirineos, pero que desperdició una ventaja de tres goles (3-3). El Baptista verdiblanco -Emaná- le sigue dando sus frutos al Betis, aunque ésta vez sólo sirvió para empatar ante un atrevido Espanyol en el debut de Mané. Los pericos entran en descenso, pero la imagen invita al optimismo (1-1).


Del pozo sale el Numancia, que superó a un Almería en caída libre (2-1). Y ahí se mantienen Recreativo y Osasuna. Los onubenses dejaron muy tocados a Manzano y a Vicente Grande espoleados por la pareja Colunga-Marco Ruben en ataque (2-3).


Y los pamplonicas, al igual que el Getafe, desperdiciaron una ventaja de tres goles ante un Valladolid que suma cuatro jornadas invicto. Camacho encontró el gol en Dady pero en Navarra están empeñados en vivir un drama esta campaña (3-3). Y en El Sardinero, la cantada final de Iraizoz evitó que el Athletic despegara (1-1).

Messi vs. Del Horno, segundo asalto

Lo que sucede sobre el terreno de juego se queda en el terreno de juego. Ese es el lema al que acuden sistemáticamente los futbolistas después de protagonizar algún enfrentamiento subido de tono con un rival. En ciertas ocasiones hablan con sinceridad y olvidan cualquier conflicto, pero en la gran mayoría lo recuerdan con hostilidad y aguardan la oportunidad de verse de nuevo las caras con su íntimo enemigo.

Conocida es la fría venganza que se tomó Roy Keane contra el noruego Alf-Inge Haaland dos años después de que éste acusara al irlandés de farsante cuando en realidad estaba lesionado. Y es que hay afrentas que nunca se olvidan, y una de estas la vivió hace dos años Asier del Horno ante Leo Messi, quienes se volverán a ver las caras este sábado en el Barcelona-Valencia.

El pasado miércoles 22 de febrero del 2006 el Chelsea y el Barcelona se enfrentaban en Stamford Bridge, con los octavos de final de la Champions League como telón de fondo. Un pujante Messi era el encargado de pisar la cal derecha y Del Horno quien debía frenarle. El argentino estuvo especialmente inspirado esa noche -se la recuerda como una de las mejores actuaciones de la Pulga- y el defensa vasco comenzó a perder los nervios poco a poco.

Del Horno avisó con dos entradas al tobillo del argentino y después clavó los tacos en su rodilla, en una acción merecedora de cartulina roja. Sin embargo, el árbitro, el noruego Terje Hauge, le permitió continuar sobre el campo hasta que en el minuto 35 le mostró la roja en una jugada muy discutida.

Messi ganó la línea de fondo, dejó sentado a Robben, y Del Horno llegó al cruce con tanta fuerza que en lugar de despejar el balón atropelló al argentino. Dados los antecedentes del defensa en el partido y los gestos de dolor de Messi, el árbitro no dudó en juzgar la entrada como antideportiva y mostró la roja directa al español.

El locuaz José Mourinho, por entonces entrenador blue, se mostró terriblemente enfadado por esta decisión y lanzó su veneno contra el que consideraba culpable. "Messi hizo teatro, y del bueno. En Cataluña saben mucho de eso", sentenció el portugués. El damnificado Del Horno también acusó a Messi de teatrero, mientras que el argentino se defendía como podía. El árbitro, quien también tiene su importancia en esta historia, justificó su dictamen: "Llegó a toda velocidad y derribó al jugador, sin pensar en el balón. Hablé con mi asistente y ratificó mi decisión".

Curiosamente, desde aquel rifirrafe Messi y Del Horno no han vuelto a verse las caras. Ni el regreso del lateral a la Liga española permitió que las vidas deportivas de ambos contendientes volvieran a cruzarse en las dos últimas temporadas.

Esta noche el reencuentro será inevitable. Emiliano Moretti, habitual inquilino del lateral zurdo valencianista, está lesionado y Asier del Horno será titular en el Camp Nou, donde le espera Leo Messi. Tal vez lo que sucede en un terreno de juego se queda sobre él, pero también puede saltar de uno a otro. Por ejemplo de Stamford Bridge al Camp Nou. ¿Qué tal andarán de memoria Leo y Asier?

La jugada de la polémica:

Se vende 'eclipse galáctico'

Dicen los expertos en astronomía y exploración espacial, que existen tres tipos de eclipses solares: parcial, total y anular. En el primero la luna no cubre por completo al sol, en el segundo lo cubre desde algunas superficies de la tierra y en el tercer ejemplo, la luna impone su presencia a la del disco solar.

En el mundo del fútbol hay jugadores que por su caché mediático actúan como un eclipse sobre sus compañeros, sobre su vestuario e incluso sobre la entidad. Muchos de ellos son, en sí mismos, parte de la nutrida historia del deporte rey porque durante su estancia levantaron tal admiración que se les reconoce por encima del cualquier bloque. La Argentina del 86 era la de Maradona, la Holanda del 74 era la de Cruyff y ,aprovechando a uno de los ídolos culés, Laporta y Soriano quisieron crear el Barcelona post-Ronaldinho, o lo que es lo mismo, el Barcelona de Henry.

El galo, con un caché envidiable por sus grandes actuaciones en la Premier durante los mejores años del Arsenal de Wenger, se instaló en la ciudad condal como la nueva estrella que iba a difuminar de un plumazo las dudas generadas en torno al proyecto de Rijkaard. Era una nueva era, el entorno anhelaba un fichaje de renombre y un jugador que generara ilusión, toda la que se vendió con mucha demagogia por parte de la directiva barcelonista. Una Liga perdida en un final de temporada desastroso y la envidia de ver festejar en Chamartín, hicieron el resto. Henry, que se había perdido buena parte de aquella campaña por culpa de sus interminables problemas físicos, estaba en decadencia, en un bajón considerable al que mucho habían ayudado los prometedores Wenger Boys, que ahora sustentan al equipo londinense. En el Emirates no se le presionó para que siguiera, nadie puso pegas a su salida ya que todos eran conscientes que el mejor Thierry ya había coronado sus metas personales.

Más de un año después de su llegada, lo único que se puede rescatar del francés se archiva en el lado oscuro, donde se aglutinan recaídas musculares, migrañas, depresiones y, en los últimos tiempos, gestos de rabia contenida. Todo esto ha provocado los primeros silbidos de una afición decepcionada. Todos se sienten engañados. Analizando profundamente, tan sólo se podría destacar en su rendimiento un par de partidos buenos (Levante y Murcia el pasado año). El resto son esperanzas y expectativas sin premio.

Por todo ello, conscientes de que sus días de crack ya quedaron en el olvido y, porqué no decirlo, deseando eliminar un gasto complejo y de peso en las nóminas mensuales (ya que el galo cobra 8 millones de euros por sentarse en el banquillo), la maquinaria catalana está promoviendo su posible salida. Ha llegado el momento de reconocer errores. Las adquisiciones desde Londres nunca dieron buen fruto -recuerden a Overmars o Petit- y el interés por hacerle regresar ante el incesante interés del Chelsea, crece en los pasillos del Camp Nou, el que más fuerza ejerce a su cambio de aires.

Allí, en la majestuosa capital inglesa, disfrutan de Cesc, su sol particular. Mientras, en Barcelona, llevan dos años doctorándose en astronomía con el francés como protagonista y el temario de eclipses se ha ampliado a cuatro: parcial, total, anular y uno extra, el 'galacticidio'.

Sergio Busquets, el 'otro' rebelde

Como si el destino hubiera querido que todos los mediocentros canteranos del FC Barcelona se sublevaran a la vez, Txiqui Begiristain y Joan Laporta están lidiando con una guerra que no tenían ni mucho menos prevista y que puede ser clave de cara al futuro inmediato del club en el plano deportivo. Con el tema Xavi revoloteando sobre el tejado del Camp Nou aún sin solución ni esperanza de acuerdo a corto plazo, el que puede estar llamado a ser su sustituto, Sergio Busquets, sigue los mismos pasos, idénticos aunque con otras aspiraciones.

Tal como ganar repentinamente una bonificación de casinos en línea fue la aparición, imprevista y completamente agradable del canterano en los planes de Pep Guardiola, ha roto cualquier previsión desde la directiva blaugrana. Busquets, que ha cogido confianza con una rapidez impropia hasta el punto de dejar en el banquillo a jugadores mucho más expertos como Keita o Touré (reflejando el poco acierto de la secretaría técnica a la hora de concretar estos fichajes por un monto altísimo), quiere que su protagonismo sobre el césped se vea recompensado también en sus cuentas bancarias. Consejos profesionales no le faltan claro, teniendo en cuenta que su padre es un perfecto conocedor de todo lo que rodea al club de sus amores.

Así, pese a que Begiristain ya ha tanteado en varias ocasiones su renovación, ya que encima termina contrato esta misma campaña y existen urgencias para cerrar posibles sustos, sólo ha recibido negativas a sus propuestas. Busquets, en boca de su agente, José María Orobitg, ha rechazado nuevamente la última oferta que su joven promesa ha recibido desde la directiva culé.

La misma, que le otorgaría al centrocampista unos beneficios limpios de 500.000 euros al año más otros 500.000 variables, no ha gustado del todo al jugador. Así, podría llegar a cobrar un millón de euros al año, ya que todo dependería de que fuera capaz de disputar el 60% de los partidos y de que el equipo se clasificara para la próxima edición de la Champions League. Algo que parece bastante accesible pero que no termina de agradar. Curiosa es, desde luego, la perspectiva económica del joven, que cobra en la actualidad una cifra cercana a los 30.00 euros al año, una ruina en comparación de lo que ya le están ofreciendo.

La solución, como siempre, pasa porque Laporta estire su paciencia, acumule más ceros en la nómina y se asegure a uno de los juveniles que, como siempre en el Camp Nou, no han tardado en ganarse el cariño de los aficionados. De lo contrario, ofertas no le van a faltar y dejar marchar a una promesa por enésima vez sería demasiado doloroso, sobre todo, para los graderíos.

Xavi sigue 'en sus trece'

El ambiente que rodea al FC Barcelona, al menos en el aspecto deportivo, parece tener tranquilidad como receta impuesta por Pep Guardiola. El técnico, después del 'palo' que supuso el pobre empate ante el Basilea en la Champions League, sacó su versión realista para admitir que había afrontado el choque con demasiada euforia. Eso, ahora mismo interesa poco o nada en el entorno culé, pues todos miran con precaución el auténtico debate en torno a las renovaciones, donde Xavi sigue teniendo un protagonismo excesivo y realmente peligroso.

El mediocentro internacional, que ha recibido múltiples elogios durante los últimos meses debido a su excelente Eurocopa y un buen inicio de campaña, mantiene en 'jaque' al barcelonismo pues sigue sin renovar. Aunque se quiera apuntar a lo contrario, con una falsa calma, lo cierto es que el jugador tiene las ideas claras y sólo caminan hacia un sentido, el de nivelar la balanza rendimiento-ficha, con lo que sus aspiraciones aumentan al alza en torno a los grandes nombres del vestuario. Messi y Etoò lideran ese honor y el canterano pretende acompañarles de inmediato, aunque más de uno crea que no lo merece.

Las últimas reuniones, a las que nadie pensaba que hiciera falta llegar para intentar concretar la renovación, no sólo han decepcionado al jugador, sino que, además, han alertado a todos aquellos que le apuntan como fichaje estelar. La Premier le 'mima' y los grandes del Scudetto saben que pueden pescar en aguas revueltas.

Laporta, mientras unos ya piensan en rifarselo, dice que "todo va por buen camino" y que existe "buena voluntad por ambas partes" aunque, por ahora, no se haya demostrado con una pluma de por medio.

En esas citas, el agente de Xavi, Iván Corretja, ha terminado molesto con el club pues el propio centrocampista dejó constancia de que su idea es prolongar el actual contrato que finaliza en 2010 y retirarse en el club de toda su vida. Eso sí, sabio en su objetivo y en cómo allanar sus propio camino, ha afirmado que el club no le ha comunicado "que me quieran vender", aunque tampoco "lo puedo asegurar''. La estrategia sigue su rumbo y el final, en 'pause'.

Penaltis, confianzas y sorpresas

Extraña, con sorpresas y apasionante en algunos momentos puntuales, la cuarta jornada de la Champions ha dejado mucho detalles. El Atlético de Madrid ha mostrado su cara más competitiva en un escenario mítico y de grandes citas como Anfield, que hubiera conquistado de no haber sido por un inexistente penalti que el colegiado quiso otorgar a los Reds en el descuento (1-1).

El gol de Maxi pero, sobre todo, la sabiduría de un equipo que ha crecido como la espuma cuando se escucha la musiquilla europea, merecieron mejor premio que el que el destino le tenía preparado. Aguirre trastocó sus planes, dejó al ‘Kun’ en el banquillo y pobló su mediocampo buscando mayor presencia e ideando un plan que tapase las llegadas de Gerrard y el control de ‘nuestro’ Xabi. Decepción final pero muy buenos apuntes para el futuro.

En el Camp Nou sólo podían darse dos resultados. Uno que volviera a mostrar la diferencia abismal entre Barcelona y Basilea a base de goles y recalcando el buen momento que viven los azulgrana o, por el contrario, uno que enterrara de un chispazo todas las euforias desmedidas que han rodeado estos días a los de Guardiola. El 1-1 habla por sí solo.

El propio Pep señalaba al final del partido que han reflejado “lo difícil que es ganar”, reflejando así la excesiva confianza con la que afrontaron sus jugadores el partido. Además, los canteranos como Busquets, Víctor o Bojan, han dejado pasar una oportunidad casi única para que nadie echara en falta a Messi, Eto’o o Xavi, que salieron para salvar un partido que se les acabó enquistando con el golazo de uno de los chicos con mayor futuro del continente, el prometedor Derdiyok.

En el resto de la jornada destaca la reactivación de la Roma ante el Chelsea (3-1), que abre el grupo mucho más tras la victoria del Burdeos en terreno del Cluj (1-2), así como el espectáculo del Anorthosis ante el Inter (3-3) en uno de esos partidos que sólo la Champions puede otorgarnos. Ketsbaia y los suyos, como tantas veces avisamos, han demostrado que si están entre los más grandes del continente es, desde luego, porque así lo merecen. El golazo de Vucinic tras recorrer más de 60 metros, el estrepitoso fallo de Burdisso o la goleada inesperada del Panathinaikos ante el siempre alocado Bremen (0-3), dieron un toque especial a un martes que ya ha metido en octavos al Barcelona y al Sporting Lisboeta gracias a la victoria lusa ante el Shakhtar (1-0).

25 años de ‘Goikos’ y ‘Pelusas’



Diego Armando Maradona pasará a los anales del deporte rey por sus arrancadas, celebraciones y conflictos extradeportivos, pero dentro del césped también vivió momentos para el olvido, auténticas pesadillas que, en algunos casos, también se recordarán eternamente. El ex jugador del Athletic de Bilbao Andoni Goikoetxea (ahora técnico), tiene un caché bastante inferior al del crack argentino pero, sin embargo, todos le conocen por su minuto de ‘gloria’ junto al ‘Dios’.

Corría un 24 de septiembre de 1983 y el Barcelona de Maradona visitaba San Mamés. Dos goles tempraneros de los azulgrana les dejaron la victoria muy encarrilada pero en el ecuador de la segunda mitad, en una acción tremendamente fuera de tono, el citado Goikoetxea se excedió en una entrada sobre el ‘10’ que le dejó tremendamente dolorido. Aquella entrada, violenta donde las haya, supuso la primera lesión seria de Maradona pues le fracturó de inmediato en tobillo izquierdo.

‘La Catedral’ se estremeció en silencio ante los gritos dolorosos del ‘pibe’, que conocía en sus carnes las sensaciones de toparse con un marcaje férreo que sufriría años después en Nápoles. Pese a que la entrada fue totalmente estremecedora, el colegiado Bartolomé Jiménez Madrid, sólo amonestó con cartulina amarilla al zaguero bilbaíno, que posteriormente sería castigado con 18 partidos de sanción rebajados finalmente a diez jornadas. Diego fue la víctima y eso siempre vale su peso en oro.

Se dice que el gran ‘Quini’ pasó la noche en el hospital con Maradona para animarle, también que Menotti pidió excusas airadamente, repitiendo constantemente aquello de “¿Debe morirse alguien para tomar medidas?”, pero lo realmente oficial es que ‘Goiko’ aguantó tras esa acción una constante de insultos, críticas y amenazas que hoy le hacen ver aquello de una manera singular.

Sin ir más lejos, aún guarda minuciosamente aquellas botas con las que lesionó al más grande, ya que siente que es una parte de sí y que le ayuda a recordar los momentos que pasó: “No quiero que se malinterprete. No los conservo como el que conserva una pieza de caza. Simbolizan para mí la cruz y la cara del fútbol. Por un lado, el acoso que sufrí tras la lesión de Diego; por el otro, lo emotivo que resultó el homenaje de San Mamés”, dijo esta semana.

Aquellos gritos de Diego entraron directamente en la historia del fútbol español y ahora, un cuarto de siglo después, ambos protagonistas aseguran no guardarse ningún rencor. Al fin de al cabo, sólo fueron tres meses de baja que, con los años, demostraron no pasar factura pues un Mundial (México 1986), hacer campeón al Nápoles y ser el mejor jugador del mundo, son fiel reflejo de que Maradona quedó bien ‘reparado’.

Apuntes en defensa del United

Los grandes resultados obtenidos hasta la fecha por el Manchester United, los registros goleadores de Cristiano Ronaldo o la tremenda ofensividad de un equipo concebido sólo para el ataque, habían trastocado la realidad. La gran mayoría de aficionados que pretendían disfrutar con un partido vistoso, de fútbol alegre y, según los cánones de belleza, una cita entre dos de los equipos más eléctricos del planeta con el balón en los pies, no lo vieron en ningún momento. Quizás por la infinidad de ataques al planteamiento, formación y carácter que se está llevando ahora mismo el United tras el partido de este miércoles, veo necesaria una opinión externa.

Los Red Devils son actualmente líderes de la considerada como mejor liga del mundo y superan a los tres gigantes con los que está compitiendo también en Europa. Si del Liverpool se venera su gran defensa, del Chelsea su pegada y del Arsenal su indudable técnica, el Manchester United ha logrado aunar todas esas cualidades en un equipo que está dejando grandes partidos en la Premier.

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La precocidad de Gai Assulin

La filosofía de cantera implantada en el FC Barcelona ha dado, casi desde tiempos ancestrales, variados ejemplos de ser acertada. De la Masía han salido a lo largo de los años algunos nombres memorables para el fútbol español (Guardiola, Ferrer, Puyol, Reina, Cesc), y aunque los últimos años la dinámica ha vuelto por donde solía, se aprecia que incluso la globalización tiene cabida en las categorías más inferiores de nuestro fútbol.

Bojan, Giovanni o el gran Messi, ya triunfan (cada uno en su ámbito) en la primera plantilla culé y al igual que los que decidieron marcharse, como Fran Mérida o Piqué, son reflejo de lo cosmopolita del deporte rey. A día de hoy, la ‘perla’ que pretende dar ese último salto se llama Gai Yigaal Assulin y a punto de cumplir 17 añitos, está a un paso de entrar en la historia con mayúsculas, aunque por razones bien contrarias a las de sus antecesores.

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