Apostar y ganar

La tarde-noche que nos ha deparado la Serie A ha sido, como se podría esperar, enorme en cuanto a titulares pero tremendamente justiciera con quien más lo mereció. El Inter ha arrollado a una Roma fundida físicamente tras jugar setenta minutos en inferioridad y la Fiorentina ha dado un repaso a su vecino toscano en el derby ante el Livorno.

El centro de atención estaba en Roma, donde el equipo que mejor juega en Italia recibía al líder, tan sobrio y seguro como siempre, pero por una vez con la vitola de no ser favorito. Los de Spalletti arrancaron con todo pero una contra perfecta de Maxwell les condenó porque todo terminó en gol de Ibrahimovic y expulsión de Giuly. Una soga al cuello para los gialorrosi.

Pero fue ya en la segunda mitad cuando me llamó la atención imperiosamente y, además, de manera agradable, ver como Mancini sacaba a Cruz y Crespo en un doble cambio por Zlatan y Dacourt. Por vez primera el interista daba un paso adelante en su planteamiento y rompía los moldes tácticos que siempre ha llevado por bandera. Curiosamente la Roma empató al instante y todos parecían echar la culpa de ello al intento ofensivo del neroazzurro.

Lo bueno, (no es que me alegre pero aplaudo su decisión), es que el tiempo le dio la razón y con la Roma destrozada físicamente y fuera de lugar, sus cambios le terminaron por solucionar la cita pues entre ‘Jardineritos’ y ‘Valdanitos’, el Inter salió líder del Olímpico en la asignatura más difícil que tenía que superar. Y pensar que este equipo viene de ser ridiculizado ante el Fenerbahce…

Para cerrar, la apuesta ofensiva del Calcio este sábado no se truncó allí, porque si hay un técnico que prima por encima de todo el cubrir su once de atacantes (por más que suela echarse atrás en los últimos minutos), ése es Prandelli. El técnico viola tuvo valor para cambiar en hasta siete caras su once respecto al de la última jornada y hacerlo, además, en todo un derbi toscano (más atractivo de lo que muchos creen).

Además de dar una lección de rotación de plantilla, la Fiorentina puso sobre el césped a dos delanteros, algo que fuera de casa pocas veces se ve (sin ir más lejos el propio Inter sólo alineó a Zlatan). El argentino Osvaldo respondió con dos goles y deja ver que en Florencia hay un proyecto serio con ganas de confirmarse. Si es con esos alicientes y apostando para ganar, ojala que así sea.

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El examen del ‘kaiser’

Poco o nada ha cambiado el discurso en River Plate desde la llegada de Daniel Passarella. El 'kaiser' llegó para engrasar una maquinaria muy venida a menos tras el adiós de Astrada y las incidencias con el 'Mostaza' Merlo, pero lejos de conseguirlo, está inmerso en una crisis deportiva galopante y con serios problemas en lo extradeportivo, ya que la directiva le ha dejado el camino lleno de obstáculos.

En Núñez vienen de interminables problemas con sus barras y con el presidente Daniel Aguilar (que incluso les dio trabajo dentro de su plantel) mirando para otro lado consciente de lo que se le viene. Lo que le cae no es ni más ni menos que la Copa Sudamericana, una eliminatoria que levantar ante Botafogo y con el termómetro en tensión debido a la última derrota (bochornosa) ante el recién ascendido Tigre (4-1).


Todo ello hace que el Monumental sea testigo y juez del futuro de Daniel Passarella en el banco. Y es que si River no da la vuelta a la eliminatoria ante su público y con un ambiente propicio a ello, resulta difícilmente imaginable que al héroe de aquella Argentina del 78 le vuelvan a perdonar la cabeza. La afición le ha perdido el respeto, le insulta sin compasión y no ve en el al líder que pueda levantar la crisis de una institución que hace aguas peligrosamente y cuya realidad pasa por aplacar, al menos en lo deportivo, todas las cábalas ilegales que mantienen en su cúpula, donde reside el gran problema.


Además, se rumorea que el vestuario le ha dado la espalda una vez que decidió otorgar la titularidad a Carrizo en la portería en lugar de a Ojeda (el primero regresó a River sólo por un problema de pasaporte en la Lazio). Esa situación ha originado la ruptura entre ambas partes y Daniel tiene todas las de perder.


Los Millonarios (ya les gustaría serlo en algo más que en la retórica), están obligados a ganar por dos goles ya que cayeron en Río de Janeiro (1-0) y el mismo resultado les llevaría a los penaltis. Ahora, por vez primera, no valdrá el mal de un Boca que cayó eliminado de la competición este miércoles. Toca mirarse el ombligo a sí mismo.

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Imprescindibles (II)

En vistas a que esta semana había mayor actividad, preferí enlazar los mejores goles del pasado fin de semana con los de la jornada que vivimos estos días. Así hay más variedad. Espero que lo disfruten.
















La epopeya se llama Mifsud

Ya avisábamos este martes noche que la Carling Cup es, como todos los torneos británicos, un ejemplo de competitividad extrema, de lealtad a una competición y de pasión por querer agradar y vencer por encima de todo. Si este sentimiento se realza cuando un rival débil se encuentra con un gigante, el cóctel puede ser explosivo y hay ejemplos para la historia. Noches de las que ayer tachamos como épicas y de las que bien sabe, a partir de ahora, un desconocido absoluto para el público en general, Michael Mifsud.

Y es que nada pocas cosas pueden compararse a lo que le tenía deparado el destino a este modesto jugador maltés. Sí, maltés de Malta e internacional con su país, que hasta entonces era el mejor recuerdo que tenía como futbolista. Pero claro, llegar a Old Trafford, anotar dos goles con tu humilde club y eliminar al todopoderoso Manchester United, sólo podría compararse con jugar un Mundial con su país. Y eso aún está para un capítulo ‘extra’.

Mifsud ha recordado al United la noche de Southend, en la que hace un año fueron eliminados también ante un modestísimo que deambulaba por The Championship. Ahora, además del ridículo espantoso que levantará ampollas sólo unos días, en Malta tienen un nuevo ídolo, un semi-dios que elimina al rival a batir y que pasó con más pena que gloria por el Lillestrom noruego o el Kaiserslautern antes de llegar a las islas donde el destino le tenía una trama digna de mención: la profanación de Old Trafford.

La epopeya se fraguó en dos chispazos. Dos goles para los anales de su equipo ante un United B (Eagles, Evans, Dong), que dejaba ver que los objetivos están en otra dirección pero que no desprestigian en nada la hazaña del Coventry (dirigido por Ian Dowie), que se plantó con fe y una ración de suerte sobre el Teatro de los Sueños.

El de los Sky Blues apunta a la Premier pero si por el camino surgen proezas, no será Mifsud quien las deje escapar.

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Carácter, profesionalidad y noches históricas

Este martes tan prolífico en cuanto a partidos por todo el continente, tenía una parada con el análisis, con citas ligueras y coperas bien repartidas. Y es que en Inglaterra entraban en acción algunos de los grandes en la Carling Cup, ese torneo que se cuenta como el tercero en cuanto a relevancia y que aunque no sirve para salvar la temporada de nadie excepto si el que se impone no es uno de los pesos pesados, mantiene una salud envidiable.

La comparativa es temible, pero no me quiero imaginar el despropósito que sería en el fútbol español la inclusión de una segunda competición copera. En las islas se llenan estadios, se viven momentos a pleno pulmón por la particularidad del sorteo (puro como ninguno) y, ante todo, se sigue manteniendo la mística que la hace grande hoy, la hizo hace décadas y la hará en los próximos lustros.

Es cierto que los titulares que presentaron hoy técnicos como Benítez (Leto, Itandje, Leiva), Wenger (Denilson, Bendtner, Fabianski,), no son los que lidiarán el sábado en la Premier, y quizás son menos potentes de los que veremos en la FA Cup en unos meses, pero Inglaterra sabe explotar como nadie el sentimiento de competitividad extrema en cada partido, esté lo que esté en juego (La Copa del trigo de oro, por poner un ejemplo absurdo, la vivirían igual). Esa actitud, que debería ser lógica en cualquier escenario mundial y fuera cual fuera la competición, es casi exclusiva del espíritu británico y que por desgracia, no parece que se vaya a propagar en demasía.

Y es que lo mejor de este excelente ejemplo de profesionalidad está en lo que nos deja. Tanto para la galería como para la historia. Mientras que en España una semifinal de Copa sin Real Madrid o Barcelona sería motivo suficiente para que, como máximo, se ocupara una esquina de la portada en la prensa del día posterior, en Inglaterra mañana tendrán recuerdos de otra noche emblemática. Hablarán del mejor partido de Torres como Red desde su llegada (3 goles y toda una pesadilla para la zaga del Reading), del excelente juego de un Cardiff City que viene apretando fuerte con una tripleta de atacantes tan peculiar como efectiva (Fowler, Sinclair y Hasselbaink) o una nueva victoria de un Arsenal extremadamente jovcen (sí, aún más).

¿Cuántos millones de euros costaría copiar ese entorno en nuestra Copa del Rey? Por lástima, como dice el anuncio, hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás, siempre nos quedarán las islas.

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Genocidio a orillas del Elba

En tiempos del holocausto alemán nacionalsocialista (nazi), rodeado de genocidios contra aquellos que eran minoritarios, débiles o simplemente personas diferentes nacidas en una época de cruda realidad moral, hablar de fútbol puede sonar no sólo caótico, sino hasta despreciable.

En aquella Alemania recordada de por vida y tocada por la negatividad de sus lazos éticos, el antisemitismo dejó una huella imborrable, pero que a su vez originó el inicio de movimientos sociales en la parte oriental del país, que culminaron en la creación de numerosas actividades. Dentro de esos grupos nacidos de cualquier doctrina, gusto e incluso pequeño 'hobby' de la época, se encontraban numerosos deportistas que, por una u otra cuestión, habían logrado salir airosos de la crisis.

Así, los desaparecidos SC de Magdeburger, Cricket Viktoria Magdeburg (creado en 1897 por las raíces británicas) y Prussia, se organizaron para unirse en un sólo colectivo, que pasó a llamarse Sportgruppe (SG) Sudenburg. Aquello fue el inicio de un camino con muchos obstáculos, refundaciones y crisis financieras dentro de una institución que alternaba varios deportes (fútbol, balonmano y baloncesto entre ellos) y que, tras varios cambios de nombre (algunos debido a persecuciones de sus miembros o afiliados), todo se centró en el deporte rey en 1965, para darse a conocer al mundo como FC Magdeburg.

Por entonces, el club jugaba en la RDA (República Democrática Alemana), con lo que toda su historia se vio centrada en la política y en los cambios que la Unión Soviética mandaba vía Landers (estados ocupados). Los inicios, lejos de ser tan complicados como lo era todo lo que le rodeaba, fueron exitosos porque el Magdeburgo ganó tres Ligas y seis Copas en apenas quince años.

Dicen las lenguas expertas en el fútbol de los años 70, que nadie practicaba un fútbol tan contundente y de tanta velocidad en los extremos como el desconocido FC Magdeburgo. Y buena culpa de aquella generación que se ganó un hueco histórico por ser el único equipo de la Alemania Democrática que alzó un título europeo, la tenía su estrella, Martin Hoffmann.

El extremo fue uno de esos hombres de club, aficionados, amados por la hinchada y fieles a un escudo y a unos sentimientos. Hoffmann es el hombre perfecto dentro del fútbol de la RDA, ya que participó en todos sus éxitos. En 1974, logró el tanto ante Chile y, apenas dos años más tarde, anotaba en la Final de los Juegos Olímpicos de Montreal, en la que se impusieron a Polonia (3-1).

Pese a todo, el gran momento de la RDA, de Hoffmann y del propio Magdeburgo estuvo en la final de la Recopa de 1974, ante el Milan de Trapattoni. Aquél equipo joven, rápido y atrevido, sorprendió a los rossoneros y de la mano de Heinz Krügel hicieron historia con un (2-0) que fue la cúspide de una ilusión en la cara opuesta del Muro de Berlín. Seguin, Pommerenke o Sparwasser, daban fe de ello.

Desde entonces, tras la independencia del sistema de la Liga, las estrellas emigraron y la entidad sólo ha dado noticias negativas. Seguir vivos tras la reunificación sigue siendo hoy en día un paso al frente que el Magdeburgo intenta conseguir en la Liga Regional del Norte, varios escalones por debajo de donde se preveía hace más de tres décadas. Así, el corazón de la RDA vive ahora su particular holocausto.

Entre la trampa y el 'lado oscuro' del Locarno

Por Poyetan Le Blanch (Colaborador El Enganche)

Ni Lord Darth Vader, todo un símbolo del oscurantismo humano, lo habría hecho tan bien. La capacidad del máximo exponente maligno de la ciencia ficción se quedaría en nada para ejemplificar la sumisión a la hora de analizar la realidad futbolística y social de la Argentina actual. Tanto que es imposible que aparezca Luke Skywalker para salvar al país.

Y hablo de lo social porque el fútbol, en la Argentina como en ningún lugar del mundo, se tiñe a la hora del análisis en un tema social. El sufrimiento, la violencia, la alegría, la política, la economía, en síntesis, la vida de toda una sociedad partida en mil pedazos se vincula tan estrechamente al fútbol que separar el modo de vivir de este país del fútbol sería como imaginar que Franco fue un demócrata avanzado.


Y actualmente, como suele suceder en un país empobrecido por la corrupción, moralmente quebrado y cada día menos culto, la economía se roba la poca decencia que le queda. Y como dije, el fútbol no es ajeno a lo social. Las pequeñas promesas futbolísticas se regalan por la limosna que dejan los derechos de formación, y otros, se recluyen tras nuevos dueños del fútbol para formar parte de su staff.


Y los clubes no son ajenos a este manejo de la economía oscura donde vale el dinero sin saber de dónde viene, y si se sabe, mejor mirar para otro lado. Este es el caso casi puntual de dos equipos que alguna vez fueron grandes, grandes en serio en lo que al balompié se refiere, y hoy, son títeres de la mala gestión y los favores del oscurantismo.


El FC Locarno, un modesto club de la segunda división suiza, se ha convertido en los últimos tiempos en el valedor de legendarias instituciones argentinas como lo han sido Racing y River Plate.


Si lo deseara, el FC Locarno, con los pases registrados en el mercado argentino, podría armar un equipo para ascender de categoría y luego jugar la Copa UEFA. Claudio 'Piojo' López, Nicolás Cabrera y el central Gustavo Cabral, de Racing, están inscriptos en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)... como futbolistas del Locarno.


Hace un año, el club suizo compró el 50% del pase de Gonzalo Higuaín (actual jugador del Real Madrid), el 40% de Fernando Belluschi y el 30% de Augusto Fernández. En la misma operación se incluyeron el 30% de los juveniles Mussacchio y Antonio, con lo que River ingresó un total de 13 millones de dólares. Asaí, cerró con superávit la temporada 2005-2006.


La venta apresurada de los porcentajes de las promesas no tenía otro fin que el de que el club antiguamente “Millonario” que preside el Sr. Aguilar pudiera cerrar año a año su gestión con un balance positivo o superávit.


El caso de Higuaín se repite ahora con el jóven de Pergamino, Augusto Fernández. El club suizo vendió al Pipita seis meses después y, aún sin terminar de pagarlo, ya estaba contando ganancias por 7 millones de dólares. Ahora, otra vez, el Real Madrid sale al mercado en busca de la nueva promesa y otra vez, es el Locarno el que sin esfuerzos se lleva gran parte de la tajada.


Según divulgó el periodista argentino Juan Pablo Varsky en el periódico La Nación de Buenos Aires, “El Football Club Locarno es la pantalla de un grupo inversor que inscribe a sus jugadores en este equipo de segunda para no figurar en los papeles como dueño de los pases.


Según los reglamentos, las transferencias deben hacerse de club a club y las personas físicas no pueden ser propietarios de los derechos económicos de los futbolistas. Las caras visibles de este grupo inversor en la Argentina son Fernando Hidalgo y Gustavo Arribas, empresarios que pertenecieron a la escudería del uruguayo Gustavo Mascardi y luego armaron su propia cartera de clientes, la más importante en la región.


El grupo se llama HAZ Sports Agency y tiene un tercer integrante. Es Pini Zahavi, un israelí de 52 años, el Superagente del fútbol mundial. En Inglaterra, su lugar de residencia, lo llaman Mr. Fixit (el señor que todo lo arregla). Fue el intermediario de la operación que depositó a Tévez y a Mascherano en West Ham. Los dirigentes de River le agradecen haber comprado el 50% de Marco Ruben en 3.250.000 euros.


Mr. Fixit está siendo investigado por Scotland Yard y la Oficina de Fraudes por anomalías en varias transferencias. Los multimillonarios rusos como Roman Abramovich (dueño de Chelsea), Boris Berezovski (soporte económico del MSI) y Viktor Vekselberg (hombre fuerte de Renova, la empresa rusa que firmó el contrato con la AFA por 18 amistosos del seleccionado hasta 2011), confían en sus contactos y le sueltan sus respectivas chequeras sin límites de fondos.


Estos magnates sacan el dinero de sus ganancias en las corruptas privatizaciones de empresas estatales rusas durante la década del noventa. Utilizan al fútbol para lavar el dinero y justificarlo ante el Fisco.


Así se vuelven los dueños del fútbol: los millonarios ponen la pasta, los intermediarios la manejan y los clubes compran y venden a los futbolistas. El FC Locarno es el lado oscuro, la pieza esencial para cerrar el círculo y poco importa que su impulso en la liga suiza de 2ª División sea tan pequeño que marche noveno y vea el ascenso como una utopía. Los réditos económicos siempre tienen más importancia que los méritos deportivos...


Peligro de Galacticidio

Por Pablo Aro Geraldes (Colaborador El Enganche)

Suele ocurrir con los clubes habituados al éxito: tienen tolerancia cero ante un segundo puesto. Entonces, como si un subcampeonato fuese sinónimo de fracaso, empiezan a buscar responsables y no encuentran mejor manera de lamer sus heridas que saliendo a comprar futbolistas que no necesitan. En las últimas temporadas, el verano español fue testigo de la desesperación compradora del Real Madrid. Los Galácticos no aparecían y en la Casa Blanca aumentaba la compulsión de sumar nuevas estrellas.

Finalmente, después de haber gastado millones y millones de dólares en futbolistas con cartel, los madridistas celebraron la obtención de la última liga. Barcelona, verdugo del Real Madrid en las dos temporadas anteriores, había mostrado tino al momento de sumar jugadores para mantener una escuadra ganadora en los diferentes frentes que debía atacar: la Liga Española, la Copa del Rey y, sobre todo, la Liga de Campeones de Europa.

Pero, en los últimos doce meses, la vitrina culé no sumó ningún trofeo y las autoridades del club entraron en estado de pánico, al mismo tiempo que veían cómo la fuente de Las Cibeles se vestía de blanco y se embriagaba con la alegría madridista. Se contagiaron el mismo mal que tanto se le criticó al madridismo Galáctico y salieron a arrasar en el mercado.

Aunque la formación titular tenía a Ronaldinho, Messi, Deco y Eto’o (y contaba con un banquillo con nombres como Saviola y Gudjohnsen), Barcelona se abalanzó sobre Europa con un la misma voracidad compradora de su archirrival. Sumó así al defensor argentino Gabriel Milito (Zaragoza), al mediocampista marfileño Yayá Touré (Mónaco), al lateral francés Eric Abidal (Olympique Lyon) y a su compatriota Thierry Henry (Arsenal),uno de los mejores futbolistas del planeta.

El periodista español José David López ideó el término “Galacticidio”, una palabra que resume a la perfección el riesgo que afronta el cuadro catalán: “Todos conocemos a Henry, su jerarquía, su experiencia, su grado de competitividad... Todo es perfecto, un fichaje que suena a oro para una delantera temible; pero que puede traer consigo un galacticidio colectivo que Joan Laporta parece haber iniciado con esta compra".

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Nice To Know You

Cuando Roman Abramovich se hizo cargo del proyecto que englobaba llevar al Chelsea a lo más alto en 2003, tenía la clara mentalidad ganadora de quien posee todo lo que se desea. Tenía el dólar por agenda, el petróleo por comida y el origen judío como signo de máximo galán cosmopolita en el plano futbolístico. Ahora, apenas cuatro años más tarde, ha perdido a su querida mujer, su fortuna se ha reducido a la mitad y ha perdido amigos, justo lo que le sobraba, el último de ellos, un tal Mourinho.

Así es, aunque comentarlo parezca surrealista, el entrenador más mediático del panorama se ha venido abajo por su propio peso. Su jefe, confidente y compañero de ambiciones, se ha ido convirtiendo en un peso que ha lastrado los objetivos que ambos compartían.

Porque si la llegada de Abramovich supuso para los Blues el retorno al primer plano, o mejor dicho, estar por vez primera en lo alto del panorama europeo, no menos fue la de Mourinho, que plasmó en tiempo récord sus ideas de fútbol en un ámbito clásico y muy estricto en cuanto a excentricidades. Algo que, por otra parte, nunca supo aceptar y que siempre le mantuvo en boca de todos.

El magnate rompió de un plumazo la deuda londinense, Mou hizo lo propio con el dominio ancestral que tenía el Arsenal de Wenger en la Premier. Roman atacó con fichajes de relumbrón y un montón de libras que inflaron el mercado pero el luso no cedió en su empeño y llevó a Stamford Bridge sus primeros títulos de relumbrón y, sobre todo, la imagen de que se estaba formando un gigante. Un auténtico buque insignia de la época que ahora, queda fuertemente mermado.

Para la Premier, aunque parezca mentira, se trata de un palo enorme puesto que cada cita con el Chelsea era para su rival una motivación añadida. No era sólo sumar tres puntos ni tampoco hacerlo ante el equipo de moda, sino que se trataba de imponerse a Mou, a su prepotencia, a sus declaraciones, a su conducta y, e definitiva, a su personaje, ese tan distinto al que vemos lejos del césped. Ahora, ni Wenger tendrá vecino a quien culpar ni Ferguson rival del que defenderse. El fútbol pierde, seguro que momentáneamente, a uno de sus pilares de actualidad.

Personalmente soy de los que opinan que el crédito se le agotó cuando cayó en semifinales de Champions la pasada campaña. Así, con Roman y Kenyon pensando en un giro a corto plazo, se le condenó y al primer desliz de la campaña, la idea estaba tomada. Tanto que ya tiene sustituto.

Seguro que es un hasta luego pero, por ahora, sólo nos queda decir aquello que grita la canción de Incubus … Nice To Know You (Encantado de haberte conocido).

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Héroe por un día

No está demasiado acostumbrado a recibir aplausos lejos de su querido Old Trafford y ni tan siquiera es un jugador que a la amplia mayoría de aficionados caiga demasiado bien, sino que genera cierta antipatía. Por todo ello, la vuelta de Cristiano Ronaldo al José Alvalade, a su ‘casa’ y a sus sentimientos de adolescencia, tuvo un sin fin de detalles para echarse a la memoria. El, a buen seguro que lo habrá anotado en su archivo de buenos recuerdos.

Y es que pocas veces se ha visto a un líder de un equipo rival salir tan aplaudido cuando minutos antes había roto el partido con un cabezazo inapelable. El héroe de Madeira se ganó los corazones al pedir perdón de manera efusiva, alzando los brazos y reflejando en sus siempre aclaratorios gestos que no le hacía demasiada gracia meter en serios apuros a sus antiguos compañeros después de su gol.

Cristiano fue inoperante de inicio, pero anotó y se vino arriba con toda la fuerza que acostumbra, recordando a aquél chaval que llamó la atención de toda la expedición del United en un amistosos que, posteriormente, le valió su fichaje por los Red Devils. Se echó el equipo a la espalda, pudo aumentar la cuenta y estuvo participativo como antaño. El cansancio se adueñó de el y el clamor popular exigía el premio por el que había pagado gustosamente su entrada.

Para cerrar su gran noche, la del recuerdo que jamás olvidará y la que evidencia que en algún lugar del planeta siempre le guardarán especial cariño, salió en volandas entre la masa que veneraba a su antiguo crack.

No era Manchester, ni tan siquiera vestía la camiseta de la selección lusa, pero Cristiano se sintió hoy más que nunca como en casa. ¿Volverá cuando piense en el retiro?, a buen seguro que en Lisboa así lo desean. El crack volverá.

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De longevidad y tozudez

Si 'Billy' Costacurta quisiera regresar al mundo del fútbol en activo para cosechar algún record más que se le haya quedado en el ‘tintero’, difícilmente podría pensar que uno de ellos sería el de la longevidad.

El ya retirado central milanista lideraba desde la pasada campaña la lista de jugadores veteranos que se habían vestido de corto en la Champions League y es que con 40 años y medio a sus espaldas, las noches europeas ya estaban fuera de su alcance o, al menos, sí para sus piernas. En el fútbol tan estricto físicamente que se practica a día de hoy, resulta incomprensible que con esa edad aún se pueda estar al máximo nivel pero siempre hay quien rompe los estribos: Ballotta.

El portero laciale tumbó la leyenda perdurable e impuso su propio registro con nada menos que 43 años y 168 días. Su cita ante el Olympiakos era con la historia, con el afán de superación y un llamamiento a San Judas Tadeo, para hacerle ver que sus imposibles, con trabajo, se acercan más a la realidad.

Y es que realmente es un auténtico revés y todo un imposible el que ha logrado que este récord se supere. La portería del Lazio ha sido siempre propiedad de Peruzzi pero con su retirada, todo han sido problemas Carrizo (meta de River) iba a ser su sustituto pero problemas con su visado lo han devuelto Argentina.

El suplente, Berni, está muy verde para Delio Rossi y los celestes vivirán todo el año pendiente de que la salud de ‘milenario’ portero no se resienta. El, por ahora, disfruta el momento y no quiere poner “ningún límite” a su carrera.

De impedimentos, pero resueltos a base de carácter ganador, tiene un doctorado Cristiano Lucarelli. El delantero italiano, un auténtico ‘capo canioneri’ de la Serie A y aquél que más se ajusta al nueve clásico del Calcio, perdió su batalla a la tozudez en su querido puerto de Livorno.

Allí, estuvo muy cerca de hacer historia con su hinchada toscana, la misma que lo ensalza como su líder comunista debido a la intensidad política del ariete (su padre fue militante). Lucarelli dejó ofertas de todo tipo para llegar a Livorno y llevarlo a Champions, una tarea complicadísima que ni su condición de héroe ni su habilidad para destrozar registros goleadores, pudieron alcanzar.

Entre lágrimas de sangre, emprendió la aventura hacia Ucrania al aceptar una oferta suculenta e inesperada del Shakhtar Donetsk y poder culminar su sueño europeo. Este martes debutó y, como hizo con la Azzurra, anotó a los pocos minutos. Era el gol de la porfía, de la insistencia y, desde luego, de su carrera. Mientras, en las tribunas del Armando Picchi (estadio del Livorno), flamean banderas con su cara. El paladín cumplió su palabra.

El régimen 'pirlista'

Despótico por calidad, totalitario por experiencia, tiránico por lucrarse a beneficio propio con su guante en la pierna derecha y hasta avasallador a la hora de decidir quien sigue su ritmo de juego y quien merece ser apartado del partido. El, reina, el resto si pueden, simplemente se colocan a su lado para salir en la foto tachados de ‘bregadores’ del artista.

Andrea Pirlo es el absolutista por excelencia en el Calcio y en Europa, algún día se le recordará por ello. Por obsequiarnos con un régimen muy estricto donde la calidad y el toque imperan sobre todas las cosas, ampliando el carácter abierto de un fútbol 'chapado' demasiadas veces de resultadista y dotándole a su vez de una continuidad jamás soñada.

El verdadero placer que revolucionó una idea de fútbol que merece aplauso eterno y que hoy, volvió a surgir, en un momento clave. Ancelotti lo quiere, lo mima, lo venera a conciencia, pues es su mandatario general. A domicilio le dará descanso (lo hizo en Siena con Emerson o Ambrosini) mientras en casa y en Europa, le dejará plena libertad, bendita libertad.

Pirlo la agradece día a día y hoy nos regaló un golazo de falta que engrandece su habilidad a balón parado. No contento con ello, sacó a bailar su pierna derecha para regalarle a Inzaghi el segundo y definitivo. Así, atestigua una vez más su condición de líder en la sombra, de mago sin sombrero pero con arte, mucha arte.

La amenaza se llama Ratikic

Por Guillermo García Uzquiano (colaborador El Enganche)

Cuando al finalizar la temporada pasada el brasileño Lincoln decidió aceptar la suculenta oferta del Galatasaray, los aficionados del Schalke se echaron a temblar pensando en cómo podría afrontar su equipo las exigencias de la Liga de Campeones sin su principal referente ofensivo.

En el mercado estival no llegaron grandes fichajes. Si acaso un joven croata de 19 años que había sido designado mejor jugador joven de la liga suiza. Ivan Rakitic sólo llevaba una temporada como profesional pero había llamado ya la atención de varios ojeadores con sus actuaciones con el Basilea en la Copa de la UEFA y los once goles con los que contribuyó al subcampeonato de liga.

En el Schalke tuvo el debut soñado. Entró en el minuto 70 del partido que abría el campeonato en casa del Stuttgart, último campeón. Seis minutos después logró el gol que igualaba el marcador. Desde entonces no se ha movido del equipo titular.

Rakitic llegó a Alemania avalado por su polivalencia. Había jugado a menudo pegado a la banda derecha y a veces también como delantero. Pero en el Schalke se ha confirmado como un excelente mediapunta, con buen despliegue físico, gran visión de juego y sobre todo un excelente disparo de media distancia. De hecho, con un potente derechazo desde 25 metros consiguió el sábado su segundo gol en la Bundesliga nada menos que en el Allianz Arena de Munich.

Hace dos semanas debutó también con la selección croata en el doble enfrentamiento ante Estonia y Andorra, gol incluido. El asunto ha traído cola. Aunque de padres croatas, Rakitic nació y ha vivido siempre en Suiza, país con el que ha sido internacional en todas las categorías inferiores incluida la sub'21 hasta el pasado mes de marzo. El seleccionador helvético Jakob Kühn le ofreció debutar con la absoluta en el amistoso de junio ante Argentina. Su rechazó le llevó incluso a recibir amenazas de muerte por los teóricamente apacibles aficionados suizos.

Pero eso no ha tenido repercusiones en su excelente rendimiento en este principio de curso. Ya saben, ni Kuranyi, ni Asamoah ni Ernst... la amenaza se llama Rakitic.

Imprescindibles (I)

Arrancamos con una sección entretenida y con muchos goles. Cada jornada añadiremos los tantos más llamativos campeonato por campeonato. Espero que les guste. Los debutantes son...

Sneijder (Real Madrid-Almería)



Nihat (Mallorca-Villarreal)


Susaeta (Athletic-Zaragoza)



Rakitic (Bayern-Schalke)





Bale (Tottenham-Arsenal)



Adebayor (Tottenham-Arsenal)



Zampagna (Fiorentina-Atalanta)



Vieri (Fiorentina-Atalanta)



Huntelaar (Heracles-Ajax)



Benzema (Metz-Lyon)(Hak Trick)



Belluschi (River-Lanús)

100 años de pasión y devoción


Una pequeña parte del fútbol español puede considerarse legendaria, al menos en su edad. Son pocos los equipos nacionales con más de un siglo de vida (Real Madrid, Barcelona, Athletic, Recreativo…), y a éstos se les suma el Betis.

Los verdiblancos nacieron en la Escuela Politécnica de Sevilla, en un grupo de estudiantes que querían oponerse al estilo inglés que ya había ‘calado’ en las clases sociales más deportivas. De allí surgió el entonces llamado Sevilla Balompié. La irregularidad económica y deportiva de la época, obligaba a numerosos cambios, por lo que la institución se renombró en varias ocasiones y la zona comenzó a tener mayor competitividad. Así, en 1914 ya se instaló el nombre de Real Betis Balompié tras fusionarse con el Betis Football Club.

Así, con el pasar de los años, fueron llegando éxitos. Primero fue llegar a la final de Copa del Rey y, después, alcanzar la Primera División , convirtiéndose así en el primer club andaluz en lograr entrar entre los grandes. Pero lo más grande estaba por suceder, ya que en 1935, se coronó Campeón de Liga al golear al Racing (0-5). Aquél éxito les llevó a lograr el contrato de arrendamiento del Estadio de la Exposición (Heliópolis). El técnico era un auténtico ídolo, Patrick O`Connell.

La guerra, que dejó muy tocado económicamente a los béticos, los descensos, las apariciones fugaces en Europa o en las Copas nacionales y la aparición del gran Benito Villamarín, (el presidente que logró la propiedad del estadio), reflejaron las dificultades de los años posteriores.

Desde entonces, el Betis tenía cambios extremos y totalmente irregulares. Tan pronto accedía a jugar competiciones europeas como se veía avocado al descenso y, cuando el club estaba a punto de ser historia, apareció Manuel Ruiz de Lopera para lograr hacerlo SAD y salvarlo al presentar avales a última hora.

La Copa del Rey de 2005 ganada en la prórroga con gol de Dani, es su último mejor recuerdo, además de haberse metido por primera vez en la historia del fútbol andaluz, en la Champions League un año más tarde, habiendo completado de esa manera la mejor campaña de su vida a cargo de Serra Ferrer.

Actualmente, el Betis es la quinta masa futbolística del país, tiene más de 350 peñas y ha dejado un total de 26 internacionales a lo largo de su vida por España. Entre sus nombres míticos están los de Luis del Sol, Esnaola, ‘Poli’ Rincón, Cardeñosa, Quino o Bizcocho.

Tal es la masa que mueve el Betis y la simpatía que suele levantar allá por donde va, que supera a muchos equipos con mayores logros pero, sobre todo, atrae a quienes se sienten identificados con la pasión, la devoción y el cariño a unos colores. A quien escribe, una camiseta de Gordillo con apenas 3 años de edad supuso un cariño especial a unos colores que aún hoy lleva impregnados en gran medida.

Como dato, cabe destacar que los actos del Centenario, que han sido muchos y muy variados hasta la fecha, han tenido la colaboración directa de los Reyes de España, que aceptaron la Presidencia de Honor. Lo dicho, el Betis levanta cualquier protocolo. ¡Que cumplas muchos más!

PD: Este artículo debería haber salido el pasado miércoles (en Goal.com salió dicho día), pero debido a problemas con el blog y con mi proveedor de internet, ha debido esperar hasta hoy. Pido disculpas y arranco de nuevo con todo. El Enganche está oficialmente de vuelta.

Regresando al mundo real

Tengo la sensación más extraña que había padecido en los últimos meses delante de un escrito. No es para menos, mi intención no es otra que anunciar que El Enganche abrirá sus puertas en breve y, salvo catástrofe, lo hará con cara nueva. Ese motivo genera sensaciones difíciles de plasmas, créanme.

El que escribe regresa con ilusiones renovadas, con un verano maldito que no terminó de solucionar el grave problema personal que tuvo que afrontar y del cual aún hay 'coletazos' que rompen cualquier intento de salir adelante, pero la fortaleza del fútbol es implacable, indestructible, por no hablar de lo que uno pretende seguir explotando y disfrutando con todos aquellos asiduos y no tan asiduos a este humilde rincón.

Espero que no se hayan olvidado de El Enganche y que juntos volvamos a debatir sobre todo aquello que nos enloquece y que, a pesar de los problemas que puedan surgir, siempre estará entre nosotros: el fútbol. Ese que nunca te falla, o que al menos es tan constante que te hace olvidar las decepciones con extrema facilidad.

Un saludo enorme para todos. Nos vemos muy pronto.



 
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