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El Scudetto toma vida

Han sido 29 jornadas de aplastante dominio neroazzurri. Solvencia, resultadismo y juego físico, proporcionaron desde el arranque del campeonato, una diferencia cómoda y manejable para el Inter. Con una plantilla muy extensa (que no con muchas alternativas de juego), Mancini logró alternar jugadores y minutos con el respaldo inconfundible que le daba la clasificación, pero desde que cayó derrotado en Anfield (en una cita llena de despropósitos interistas), la moral del equipo se ha desquebrajado al son del crédito de su técnico. Tres empates (Sampdoria, Roma y Génova) junto a dos derrotas (Nápoles y Juventus) en sus últimos siete encuentros ligueros, han dado un giro al Scudetto, que se anima en un tramo final de infarto.

Más allá del bajón de un Inter siempre a la expectativa y decepcionante en cuanto a actitud, el principal culpable de que este renacer de la Serie A ha sido la Juventus. Los de Claudio Ranieri han demostrado ese carácter inconfundible que se les atribuye con el simple hecho de vestirse de bianconeri. Presión en toda la cancha, desgaste físico fuera de lo común, ambición, carácter ganador y eficacia, la misma que viene demostrando año a año y que sólo se vio interrumpida por un ‘Moggigatte’ de infausto recuerdo.

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El año nuevo de Moggi

Dicen que aquellos que toman conciencia con sus malos actos, pueden llegar a cambiar radicalmente su visión sobre lo acontecido. Igualmente, hay escándalos que no sorprenden ni a su principal protagonista y, por más que su imagen haya quedado dañada, su carácter y actitud son estrictas hacia una conducta ilegal que nadie parece poder abordar. Hablamos de Luciano Moggi.

El que fuera director general de la Juventus y máximo responsable del 'Moggigatte' de hace dos campañas en el calcio (que dejó a la Juventus en Serie B), ha vivido en la sombra de la prensa desde entonces pero no en lo que a sus labores respecta ya que ahora, de nuevo, tendrá que dar cuentas tras verse involucrado de nuevo en fraude deportivo en los últimos doce meses donde, además, debería estar bajo castigo.


Moggi, sancionado con cinco años de inhabilitación por fraude deportivo, no parece haber pasado un calvario ni mucho menos ya que, desde aquellos días, ha sido invitado a clases de educación deportiva en un colegio, presentó un programa de radio sobre fútbol e incluso escribió un libro donde tacha al Calcio de un 'prostíbulo sin vírgenes'.


Ahora, la Fiscalía de Nápoles le acusa de 'fraude deportivo, asociación ilícita y divulgación de actos bajo secreto de sumario' ya que existen pruebas que evidencian que seguía ejerciendo su poder ya que tras volver a pincharle el teléfono desde septiembre de 2006 y mayo de 2007, se le observaron centenares de llamadas y mensajes.

Además, el informe (de más de 400 páginas), recalca que tenía un amigo policía que le ayudaba a saber moverse lejos de los problemas. Hay quien no aprende...ni con el año nuevo.

PD: Este post me sirve para desearos un Feliz año 2008 a todos y a seguir agradeciendo vuestra visita. Un abrazo.

El ‘caramelo’ invernal

Soluciones desesperadas a problemas de mala planificación o refuerzos por bajo rendimiento general de una plantilla. Esas dos opciones son las que, en la mayoría de los casos, hacen que los clubes acudan al mercado invernal para satisfacer algunas necesidades aún a tiempo de obtener una respuesta eficiente antes del fin de campaña.

Sinceramente, y a las pruebas me remito, aquellos fichajes que se realizan como consecuencia exasperada a un déficit de calidad, trabajo o ilusión en torno a una entidad, suelen ser un desastre. Para agudizar esta sensación, los jugadores que pueden moverse en estas fechas suelen ser insatisfechos por falta de minutos, bajos de forma e incluso en rebeldía personal. Puede que, además, lleguen desde Sudamérica (son muchos los argentinos o brasileños que aprovechan su parón para aventurarse), con lo que el periodo de adaptación les jugará, salvo milagro, una mala pasada durante unos meses.

Las dos caras de la edad

El Calcio era, al menos en la década de los 90, uno de los campeonatos más físicos de Europa. Por entonces, uno de los equipos que más méritos acumuló fue el Milan de Sacchi y el posterior de Capello. Con más o menos figuras, su fútbol mezclaba fluidez con técnica pero nada hubiera sido igual sin la inmensa capacidad física que desplegaban, pues su fortaleza siempre era envidiable.

Este domingo, aquellos dos técnicos de oro en la historia rossonera, sentados junto a Berlusconi, pudieron analizar fríamente a un equipo tibio cuya mezcla está volatizada. Una de dos, o el MilanLab ya no está para milagros con los ‘cuarentones’ del equipo o en Milanello deben darse cuenta que el equipo debe renovarse casi por completo.

El once ante la Roma presentaba cinco jugadores que superan la treintena (algunos con facilidad) como Dida (34 años), Cafú (37 años), Nesta (31 años), Maldini (39 años), Seedorf (31). Si a ello le añadimos que Ambrosini y Gattuso están a las puertas, muy optimista hay que ser para no ver que el físico es una de las causas del bajón milanista. Oddo, Inzaghi, Favalli, Serginho, por no hablar de Ronaldo, dan bases a esta teoría.

Sin embargo, no es menos cierto que este mismo equipo se proclamó Campeón de Europa hace unos meses, reflejando la cara positiva de tener una plantilla tan competitiva, expeditiva y regular como la que maneja Ancelotti. Los antes nombrados ya han vivido citas con enorme trascendencia, saben lo que es mantener la calma y el estatus ganador en cualquier momento. Por eso en Europa son temidos, considerados el rival a batir y, si puedes, a evitar.

Se han vestido con historia, tienen el corazón domado para momentos clave y superan las adversidades con la singularidad que todos anhelan. Esa base no se logra con calidad, sino a través de los años, justo lo que sobra en Milan y lo que se empeñan en explotar hasta sus últimas consecuencias (caso Costacurta).

Indagando aún más, de los grandes equipos de Europa en la actualidad, no hay comparación posible para esa veteranía. United, Chelsea, Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Arsenal, Lyon, y hasta Bayern o Inter, que siempre han seguido ese modelo, han terminado pagando lo avezado de su plantilla. ¿Se avecinará por fin la limpia en San Siro?

Apostar y ganar

La tarde-noche que nos ha deparado la Serie A ha sido, como se podría esperar, enorme en cuanto a titulares pero tremendamente justiciera con quien más lo mereció. El Inter ha arrollado a una Roma fundida físicamente tras jugar setenta minutos en inferioridad y la Fiorentina ha dado un repaso a su vecino toscano en el derby ante el Livorno.

El centro de atención estaba en Roma, donde el equipo que mejor juega en Italia recibía al líder, tan sobrio y seguro como siempre, pero por una vez con la vitola de no ser favorito. Los de Spalletti arrancaron con todo pero una contra perfecta de Maxwell les condenó porque todo terminó en gol de Ibrahimovic y expulsión de Giuly. Una soga al cuello para los gialorrosi.

Pero fue ya en la segunda mitad cuando me llamó la atención imperiosamente y, además, de manera agradable, ver como Mancini sacaba a Cruz y Crespo en un doble cambio por Zlatan y Dacourt. Por vez primera el interista daba un paso adelante en su planteamiento y rompía los moldes tácticos que siempre ha llevado por bandera. Curiosamente la Roma empató al instante y todos parecían echar la culpa de ello al intento ofensivo del neroazzurro.

Lo bueno, (no es que me alegre pero aplaudo su decisión), es que el tiempo le dio la razón y con la Roma destrozada físicamente y fuera de lugar, sus cambios le terminaron por solucionar la cita pues entre ‘Jardineritos’ y ‘Valdanitos’, el Inter salió líder del Olímpico en la asignatura más difícil que tenía que superar. Y pensar que este equipo viene de ser ridiculizado ante el Fenerbahce…

Para cerrar, la apuesta ofensiva del Calcio este sábado no se truncó allí, porque si hay un técnico que prima por encima de todo el cubrir su once de atacantes (por más que suela echarse atrás en los últimos minutos), ése es Prandelli. El técnico viola tuvo valor para cambiar en hasta siete caras su once respecto al de la última jornada y hacerlo, además, en todo un derbi toscano (más atractivo de lo que muchos creen).

Además de dar una lección de rotación de plantilla, la Fiorentina puso sobre el césped a dos delanteros, algo que fuera de casa pocas veces se ve (sin ir más lejos el propio Inter sólo alineó a Zlatan). El argentino Osvaldo respondió con dos goles y deja ver que en Florencia hay un proyecto serio con ganas de confirmarse. Si es con esos alicientes y apostando para ganar, ojala que así sea.

Foto:AFP

El 'quita y pon' del Calcio


Hemos visto durante muchos años como los técnicos son siempre, salvo contadas ocasiones, el primer castigado de una mala racha de resultados o de un bajón en lo deportivo. Otras veces su destitución se debe a problemas con las gradas, con el presidente con aires de jefe o incluso con algún jugador en particular.

También sabemos que en las Islas los técnicos cuentan con mucho más respeto para sacar adelante sus proyectos que en el resto de Europa, pero lo que jamás se había visto, y menos con tanta asiduidad era ver como un técnico cesado, era repuesto de nuevo en su cargo varias semanas después, si, tan sólo jornadas más adelante.

El último en esta moda ha sido Francesco Guidolin, que apenas un mes después de abandonar el banco del Palermo tras caer ante el Parma (22 de abril) y dejar definitivamente lejos de Champions a los rosados, ha regresado para hacerles mantener la séptima plaza a falta de sólo dos jornadas. Un episodio más que sólo habla del negocio, discriminación de trabajos y mera importancia por lo resultadista, justo el que ha sido el peor enemigo de un equipo que se ha desinflado a base de conservadurismo, lo que ahora anhela.

No fue el único en experimentar esta sensación de regreso inmediato a casa, porque Gianni De Biasi en el Torino, Marco Giampaolo del Cagliari y Bruno Giordano del Messina, han tenido igual suerte o desgracia, porque en todos los casos, su regreso se debía a que la situación en vez de mejorar, había empeorado. ¿Una manera de intentar arreglar un fallo anterior?, o ¿Quizás de reflejar que el técnico es el primero en caer pero no el primer culpable?

Una vez más, el fútbol se supera en lo negativo.

Foto: AFP

Equipos míticos: Inter 1989 y los 60


18 años de sequía

La hinchada neroazurri ha sufrido demasiado tiempo. Proyectos con grandes expectativas que se desmoronaban, numerosos fichajes que nunca llegaron a paliar las verdaderas necesidades del equipo y, sobre todo, la sensación de inestabilidad constante en una institución que ha tenido un exagerado déficit de títulos en relación a la historia que un día le marcó entre los grandes. Alejado de las polémicas que le terminaron por adjudicar el Scudetto 2005-2006 en los despachos, que dejaron un sabor tan amargo como que el propio Moratti afirmó que sólo había celebrado ese título con una botella de cava y en familia, tocaba centrase en el 'bloque' y repetir la gesta de casi dos décadas atrás, el tiempo que hay que retroceder para volver a ver al Inter campeón.

Aquél vestuario estaba comandado por Giovanni Trapattoni, maestro del catenaccio y que había llegado dos años antes tras triunfar en la Juventus, donde creó la base de la futura Italia campeona del mundo en el 82. 'Il Trap' tenía un once bastante idealizado, en el que la defensa tomaba un papel fundamental con los Bergomi, Brehme, Matteoli, Ferri o Mandorlini como protagonistas de la base en la que se asentaba el juego interista. El mítico capitán Bergomi junto al potente Brehme, eran por entonces una pareja de ensueño en la que Trapattoni depositaba buena parte de sus esperanzas, pues para la creatividad y la fantasía ya estaban otros.

El buque insignia de este Inter campeón era Lothar Matthaus. El eterno capitán alemán había llegado ese año como estilete del nuevo proyecto que gobernaba desde el sillón presidencial Ernesto Pellegrini y no tardó en dar fe de ello en los que quizás fueron sus mejores años. Llegaba con la experiencia de quien había ganado ya tres Bundesligas con el Bayern y con el 'hambre' para reactivar a un grande aletargado que necesitaba recordar lo que era ganar el Scudetto ya que, por entonces, eran nueve años sin vivir el éxito.

Acompañado de jugadores en un buen momento y cuyo rendimiento fue ejemplar, como Berti, Bianchi o Ramón Díaz (técnico actual de San Lorenzo), Matthaus lideró al Inter, que necesitó los goles de Aldo Serena, nada menos que 22 dianas, para encontrar el camino ideal hacia un Scudetto que, a día de hoy va a ser el penúltimo (despachos a un lado), en la historia interista.

Il Scudetto Dei Record

Además de haber dejado un gran recuerdo en lo que al título liguero se refiere, aquél Inter campeón del 89 tiene a día de hoy los números de su parte porque fue todo un ejemplo estadístico. Basta decir que en esa campaña sólo cayeron en dos partidos, ante Fiorentina y Torino como visitantes, permitiéndoles cantar el alirón semanas antes de que finalizara la temporada. Los once puntos de diferencia final respecto al Nápoles, que sería campeón un año más tarde, coronaron a este equipo entre los grandes.

En el aspecto goleador ya citamos a Aldo Serena como su artillero, dado que el estado físico por el que atravesaba el internacional era tremendo, aprovechando su racha en un año ideal. Sus 22 dianas le hicieron ser el goleador del equipo, ya que logró más del 30% de los 67 con los que el Inter finalmente se proclamó campeón. Ramón Díaz con doce tantos y una gran capacidad de llegada era su principal compañero en tareas atacantes. Así mismo, recibió 19 goles en los 34 partidos.

El gran Inter de los sesenta

Cuando el Madrid arrollador de Di Stéfano se venía abajo tras dominar Europa, entró en acción el Inter de Milan. La historia neroazzurra invita a afirmar que éste, fue el mejor equipo que jamás allá tenido la institución y que mezclaba varios estilos para un bien común que, finalmente, pudo coronarse en Europa.

El principal protagonista no era otro que el mítico Helenio Herrera, quien abrió las ilusiones con su fútbol de 'estudio' que le valió su apodo de 'Mago'. Aquél Inter estaba liderado por Luís Suárez, balón de oro en la época y por el incombustible Sandro Mazzola. A su lado, haciendo honores a un bloque compacto, estaban los Facchetti, Corso, Burgnich, Peiró o Picchi, que llevaron hasta los extremos la 'pizarra' en el aspecto defensivo, con un cerrojo en toda regla que secaba los ataques rivales con un líbero como cabeza de turco. Ese revolucionador método surtió efecto a lo grande porque 2 Copas de Europa y 2 Intercontinentales no se ganan solas, menos aún si hay que dejar por el camino al Real Madrid (5 Copas de Europa por entonces).

Ahora, cuando el Inter sumará su 15º Scudetto, estos míticos recuerdos engrandecen la temporada actual que, sin duda, pasará a la historia como la del claro dominio neroazurro, más aún si mantienen su imbatibilidad.


Guido, el incorregible

Hace siete días, el Palermo cayó en casa ante el Cagliari (1-3) y perdía la cuarta plaza, con lo que se consumaba así su bajón y su mala racha que le ha ido relegando desde la segunda plaza hasta quedarse fuera de Champions League. Dentro del abanico de críticas, sin duda la más demandada era el conservadurismo de Guidolin, que realmente si ha tenido malas consecuencias una vez tras otra en partidos donde, por plantilla y nivel, debería haber buscado más y ser menos especulativo. Se habló de cese de Guidolin y, por ahora, ha salvado la cabeza.

Quizás por ello, el conservador técnico se presentó en el Giuseppe Meazza con aires nuevos, como si de una orden del jefe Zamparini le hubiera obligado a ser más atrevido. Dos puntas como Caracciolo y Cavani, llegadores como Simplicio, Bresciano o Diana y con Guana haciendo las veces de Corini (lesionado). Así, y con un 'extra' de furia por tener que recuperar la cuarta plaza en una campaña que se le había puesto a pedir de boca apenas en las cinco primeras jornadas, el Palermo mostró todo lo que puede dar de sí en una primera parte completísima que abrió Caracciolo rematando una jugada colectiva y cerró Zaccardo para sorpresa general. Además, al punta se le anuló un gol legal por falta previa anterior, de esos que uno se pregunta porqué los árbitros pitan falta en el 90% de los saques de esquina.

Con un 0-2 y habiendo secado literalmente al Inter, se venía lo más difícil. Ya no sólo porque Mancini sacó toda su artillería en la reanudación (Ibrahimovic, Stankovic), junto a Cruz, Adriano y un excelente Figo, sino porque tocaba decidir a Guidolin. ¿Aguantar con dos puntas para intentar alguna contra y para aguantar la pelota o ceder metros retirando a uno?, evidentemente esto último fue lo que hizo. Guidolin quitó a Caracciolo para meter a Giacomazzi, pero no nos engañemos, no tenía ni un sólo defensa en el banquillo. De una u otra manera, el Inter se fue a por los números, los que decían que si perdía se rompía su imbatibilidad. Con poco esfuerzo le dio la vuelta y dejó la sensación a los sicilianos que el experimento salió bien pero era sólo eso un experimento.

Competitivo superclásico

Con el espectacular despliegue que siempre origina un clásico de esta índole, Boca y River dejaron un gran partido, lleno de matices, detalles y, por supuesto, ocasiones porque si algo hubo en el partido fueron llegadas al área desperdiciadas por Boca primero y por River después.

Con un Riquelme hipermotivado de principio a fin, Boca fue más en la primera mitad. Allí, en apenas 45 segundos, una gran combinación entre Riquelme y Ledesma propició un hueco enorme en la zaga millonaria, que aprovecharon los xeneizes para romper los esquemas de Passarella. Eso fue bueno porque los miedos se disiparon y el partido se abrió con todo. Carrizzo (un excelente portero que suena para el Milan) sacó todo a los de Russo que lo dejaron escapar y que, con la reacción de casta de los del 'Kaiser', pudieron terminar por añorar.

River sacó un 'extra' de donde no había y con un gran despliegue empató en una contra de Rosales. En apenas quince minutos, River pudo y debió solventar el choque porque, sobre todo, Marcos Ruben y Belluschi estuvieron negados y fallaron tres ocasiones de las que se quedan en 'casi', que es lo mismo que nada. Un gran duelo, un gran escenario y un gran favor a San Lorenzo que, de nuevo con la 'Gata', está líder por méritos propios.

Fotos: Yahoo

Fotos, chantaje y el Calcio por los suelos

Italia, el Calcio y la polémica siempre se han llevado de la mano pero, en los últimos tiempos, ésa relación se está estrechando tanto que se ha descontrolado por completo hasta el punto de que una sola empresa puede poner en jaque a todo un país, a su deporte rey e incluso al mandamás por antonomasia, Silvio Berlusconi, que parece envuelto, de nuevo, en otra red de peligrosa reputación.

Justo en ese aspecto, en el de aprovecharse de la reputación y el caché social de cada persona de interés mediático, se ha valido la ya famosa agencia Corona para poner en pie de guerra a Italia. No tuvimos suficientes con los lamentables episodios del 'Moggigatte' ni tampoco con la penuria de sus 'medidas' sanciones, parece que ha quedado atrás la muerte de Filippo Raciti o el intento de suicidio del ex lateral juventino Pessotto por todo el 'entramado' que se le venía encima. Ahora, unas fotos, una red preparada para sacar dinero a famosos y un par de avisos por el país han vuelto a crear inestabilidad en un Calcio que no tiene por donde cogerse.

Francesco Totti, Alberto Gilardino, David Trezeguet, Adriano, Christian Vieri o Francesco Coco, por no nombrar a la mismísima hija de Silvio Berlusconi o incluso la red automovilística FIAT, se han visto inmersas en un chantaje fotográfico de primer nivel. La historia es fácil, esta 'agencia' preparaba con todo tipo de detalles unas fiestas donde el famoso era poco menos que un peón destinado a 'pagar' por sus actos o mejor dicho, para que la prensa no diera fe de ello.

El principal culpable es el fotógrafo Fabrizio Corona, conocido en los ambientes del espectáculo del país que, junto con una decena de personas ya han sido encarcelados. Delitos de extorsión, chantaje, prostitución y consumo de drogas pesan ahora sobre los hombros del fútbol italiano.

Según algunas filtraciones aún sin confirmar, se rumorea que Totti habría pagado 50.000 euros para evitar la difusión de fotografías poco antes de su matrimonio en las que aparecía junto a una actriz italiana o que Trezeguet soltó 25.000 por unas fotografías con una mujer distinta a su esposa.

Lo que más ha calado sobre la sociedad italiana ha sido unas presuntas fotos de Barbara Berlusconi, quien reconoció que su padre, Silvio Berlusconi, pagó 20.000 euros a la agencia de Corona para que retirase unas fotografías en las que se la veía en estado de embriaguez abrazada a un hombre. Todo un 'show' para la prensa rosa pero un 'fantasma' más en la delicada situación de un fútbol que no despega.


Foto: Yahoo

Desdeñando a la gentuza

Sin intención de llegar a ser pesado pero con el claro empeño en hacer justicia con el deporte que tanto nos da, sigo mi particular repudia ante lo acontecido el pasado viernes. Las consecuencias fueron catastróficas y, por tanto, nunca toleraré este tipo de 'mafiosos' que se entrometen en nuestro espectáculo.

Les dejo unas fotos clarificantes tomadas por un amigo en tan infernal situación.







Sin bengalas, ofensas y policías, creo que quedaría bastante mejor ¿verdad?. Esta tarde, espero poder colgar algo más alegre.

El derby del luto


Estaban avisadas todas las fuerzas del orden, el derby de Sicilia entre Catania-Palermo, el único en la historia en la que ambos llegaban en posiciones europeas, prometía ser una fiesta, pero, como algunos preveían, pasó a ser el espectáculo que unos pocos controlaron y trastocaron a su antojo. La desgracia recayó especialmente sobre un pobre agente policial de la ciudad, que ha resultado muerto en la auténtica batalla campal con los 'tifosi' que se vivió en los aledaños del estadio.

Mientras, el partido tenía que ser suspendido por más de 30 minutos debido a los gases lacrimógenos que desde fuera entraban al césped, donde, por cierto, se lanzaron bengalas como proyectiles contadas por decenas. El experimentado Farina, colegiado de renombre, no tuvo más remedio ya no sólo por el bochorno que se estaba viviendo, sino porque el mismo, al igual que los jugadores, estaba teniendo problemas respiratorios y de visión por la cantidad exagerada de gas nocivo que sobre el ambiente rondaba.

Las medidas, esta vez rápidas y contundentes, no se han echo esperar y este fin de semana el Calcio se paraliza, aunque ya nadie pueda devolver la sonrisa a los familiares de Filippo Raciti, que sólo cumplía con sus obligaciones. Ahora, un absoluto delincuente, le ha quitado el bien más preciado al lanzarle un artefacto a la cara. Otro compañero, está herido de gravedad.

Atrás queda, casi para el olvido, que el Palermo ha dado un paso de gigante para meterse en la próxima Champions ganando, in extremis (1-2), porque después de lo acontecido, nada puede ser más grande que una vida. El fútbol, tiene que analizar.

La Gazzetta lo ve así

Foto: Goal.com

Abominar el cerocerismo

El Calcio es, desde hace tiempo, territorio avocado a los malos ambientes, al exceso de dudas en torno al campeonato y, sobre todo, al arreglo de resultados como práctica habitual a lo largo de los años, al que se intentó poner remedio de manera más que 'blandita' y serena este pasado verano. Esta campaña hemos visto ya varios partidos realmente soporíferos en un torneo tocado por las sanciones y sembrado de dudas en cuanto a la ilegalidad de los mismos, lo que genera un amplio abanico de ideas nada desdeñadas en el ambiente, que pocas veces pueden explicar a ciencia cierta lo que viene ocurriendo sobre el césped.

Este fin de semana, la duda ha invadido muchas mentes aficionadas al scudetto, entre las que me incluyo, de ahí mi supresión más absoluta y descarada hacia lo acontecido. La jornada de este fin de semana tenía dos puntos calientes, Reggio Calabria y Roma.

En la primera ruta, los de Walter Mazzarri recibían al Palermo en su difícil Oreste Granillo, un estadio que está acostumbrado a sufrir con la trayectoria de los suyos, que con más o menos calidad, siempre han intentado doblegar a sus rivales, máxime cuando este año la sanción por el escándalo veraniego le sacudió con 15 puntos (luego 11), algo que le dejaba casi sentenciada, pero que, pese a todo, y a base de mucha lucha, ha logrado sacar adelante.

El espectáculo no fue ni tan siquiera digno de mención, totalmente desvirtuado de competición alguna, nulo sentimiento de respeto hacia sus aficiones y una actuación grotesca en toda regla, que dejó los ánimos retraídos. Ni Mazzarri, ni por supuesto, Guidolin, muy defensivos ambos, quisieron arriesgar, pero es complicado poder expresar la poca convicción hacia el marco rival y el esperpento que supone ver como dos plantillas se autoproclaman acreedoras de un punto por nula intención ofensiva. Ambos daban por bueno el empate y se regalan 90 minutos con una evidente falta de tensión.

Para plasmar mejor lo que tengo en mente y acabo de intentar explicar, surgió, tan sólo un día después un clon, aunque en un escenario de mayor interés y en un ambiente aún más mediático, un Lazio-Milan. Los laciales no intentaron bajo ningún concepto inquietar a Dida, sino evitar a toda costa peligros del rival, que tampoco pudo ni lo reintentó a base de riesgos. Todos los jugadores demuestran tranquilidad, pasividad y apatía, lo que, en algunos casos lleva a la incredulidad en las gradas. ¿Tan mal está el fútbol como para no querer ganar un partido?

En una época en la que se ha recordado el mítico engaño o 'bulo' en el Mundial de España 82 que perjudicó a Argelia y en la semana en la que además se ha visto una mínima cantidad de goles en la liga española, este dato destapa que el fútbol está decepcionando cada vez más por estos lares. Todos miran hacia las islas, donde el espíritu combativo rehuye a toda costa de este tipo de excentricidades y engaños al personal.

La mayor de las penas, es que esta idéntica situación a la que poco a poco nos hemos acostumbrado en Italia, no será la última vez que ocurra. De lo que nadie puede dudar, es que a estos equipos los vale el marcador inicial y las pérdidas pueden ser peores que las ganancias, por lo que de alguna manera se debe de 'preparar' estos paupérrimos números teatrales.

Fotos: Yahoo

El "paraíso" de Moggi


Intenté por todos los medio no hablar sobre el "Caso Moggi", porque soy partidario de que dentro del fútbol no deben existir este tipo de señores que hacen y deshacen a su antojo, por lo que no quería dar más interés o bombo a tan poco ejemplares individuos. No obstante la gravedad del asunto es ya irremediable y aunque se hagan oídos sordos es prácticamente imposible ignorar el que es ya el mayor escándalo deportivo de Europa.

Para todo aquél que no sepa de que va la trama sólo debe saber que Luciano Moggi, director general de la Juventus hasta hace unos días, estuvo "en su salsa" durante su mandato. El periódico deportivo La Gazzetta Dello Sport ha difundido numerosas declaraciones telefónicas suyas en las que ajustaba con los árbitros el signo del partido a su gusto e incluso con el vicepresidente de la comisión de arbitraje de la UEFA Pierluigi Pairetto.
Si a este lío mayúsculo le sumamos que la empresa de su hijo Alessandro, La GEA World, que controla los derechos de cientos de futbolistas del Calcio está acusada de competencia ilegal y amenazas nos damos cuenta de que Luciano Moggi era hasta hoy el hombre que dominaba por completo el fútbol italiano, que por otro lado siempre ha estado inmerso en la polémica por estos asuntos.
Dentro de esta farsa se han destapado numerosos enclaves y es que ya se sabe que cuando se indaga en la herida siempre se encuentra más de lo que se desea. Moggi, como era lógico dimitió de su cargo la pasada semana y ya está a disposición judicial.

Numerosas hipótesis encierran ahora la manera de solucionar el conflicto, los peores augurios para la afición juventina (que una vez más sufre los malos modales de sus directivos) hablan del descenso a la Serie B y de eliminar de las vitrinas los dos últimos títulos ligueros cosechados por la squadra de Turín.

Día tras día la bola se ha ido haciendo más y más grande. Así, en la previa de la última jornada, aún con el título por decidir, la federación italiana vetó a los colegiados Matteo Trefoloni, Paolo Dondarini, Paolo Bertini y Antonio Dattilo a los que se les vincula con las conversaciones de Moggi, a día de hoy ya se les han unido Rodomonti, De Santis, Gabrielle Messina, Racalbuto y Tagliavento además de todas aquellas personas encargadas de su designación.

Pero el asunto va más allá porque ayer se desveló, con pruebas claras, que Moggi pactaba con Marcelo Lippi, actual seleccionador italiano, los jugadores que debían asistir a cada partido de la selección azzurra. Algunas declaraciones como "Lippi debe atenerse a lo que yo digo", tras la no convocatoria de un jugador elegido por Moggi o a palabras del propio Lippi sobre Del Piero, "No voy a llevarle porque si se le ocurre marcar dos goles siendo suplente en la Juventus le rompemos las pelotas a Capello" muestran la gravedad, lo pésimo, lo horrendo y lo estrambótico de una situación que supera todo lo visto y por haber en el mundo del fútbol en cuanto a corrupción se refiere.
Ahora Lippi puede dejar su cargo antes del Mundial, (una locura), por lo que ya se apunta el nombre de Giovanni Trapattoni.

Registros a las casas de jugadores juventinos como Cannavaro o Ibrahimovic, acusación de apuestas ilegales a Buffon, pruebas de favores entre equipos donde están involucrados Lazio, Udinese, Fiorentina, Messina y Siena y equipos de Serie B, manipulación de programas televisivos en favor de los gustos de Moggi, falsificación del balance del club juventino (Antonio Giraudo), posesión de drogas al ex-juventino Padovano,...
Moggi ya salió indemne de muchos otros percances con la justicia como unas declaraciones del ex presidente del Nápoles en las que se entendía que Moggi y el preparados juventino por aquél entonces hablaban a las claras con sus jugadores sobre si tenían todo bajo control para evitar las pruebas antidoping. La UEFA también le acusó de proporcionar dinero y prostitutas a los árbitros que pitaban en Turín durante la época de éste en el Torino, en su paseo por las directivas de Roma y Lazio también causó problemas.
E incluso cuando Maradona dio positivo por cocaína en el Nápoles de 1981 en parte se achacó a la figura de Moggi ya que tan sólo dos días antes de la noticia había dejado su puesto en el seno del club celeste.
En fin un cúmulo de injusticias, fraudes y escándalos que al Calcio le costará un mundo olvidar si es capaz de solucionarlo primero. Y es que personajes como este nos sobran en el fútbol y nunca esta de más dar un buen correctivo.

 
© El diseño es propiedad de Jose David López. Adaptación por Ktm