Golazo del llegador por decreto de la Roma, que anota por segundo partido consecutivo. Esta maravilla, muy propia del brasileño, valió tres puntos de oro en el descuento. Sin palabras.
También sabemos que en las Islas los técnicos cuentan con mucho más respeto para sacar adelante sus proyectos que en el resto de Europa, pero lo que jamás se había visto, y menos con tanta asiduidad era ver como un técnico cesado, era repuesto de nuevo en su cargo varias semanas después, si, tan sólo jornadas más adelante.
El último en esta moda ha sido Francesco Guidolin, que apenas un mes después de abandonar el banco del Palermo tras caer ante el Parma (22 de abril) y dejar definitivamente lejos de Champions a los rosados, ha regresado para hacerles mantener la séptima plaza a falta de sólo dos jornadas. Un episodio más que sólo habla del negocio, discriminación de trabajos y mera importancia por lo resultadista, justo el que ha sido el peor enemigo de un equipo que se ha desinflado a base de conservadurismo, lo que ahora anhela.
No fue el único en experimentar esta sensación de regreso inmediato a casa, porque Gianni De Biasi en el Torino, Marco Giampaolo del Cagliari y Bruno Giordano del Messina, han tenido igual suerte o desgracia, porque en todos los casos, su regreso se debía a que la situación en vez de mejorar, había empeorado. ¿Una manera de intentar arreglar un fallo anterior?, o ¿Quizás de reflejar que el técnico es el primero en caer pero no el primer culpable?
Una vez más, el fútbol se supera en lo negativo.
Foto: AFP