Por María Mendoza (colaboradora El Enganche)
La previa del Barça-Real Madrid se vivirá en la "casa blanca" de forma diferente a que si se hubiese ganado al Sevilla. Al final llegó la casta, la garra, el orgullo…, todo eso a lo que los blancos apelan cuando toca remontada, sobre todo en Chamartín. Llegó pero duró poco, unos minutos, porque la victoria se la llevaron los sevillanos a casa.
Una pena lo ocurrido en el Bernabéu en esta jornada 14, pues el equipo no pudo brindarle el triunfo a su Junta Directiva por haber conseguido la aprobación de los presupuestos del club en la Asamblea General. ¡Todo un logro! Quizá lo habría podido hacer si en vez de marcharse Robben al vestuario antes de tiempo, lo hubiese hecho Palop, como manda el reglamento. Pero todo hay que decirlo, los madridistas merecieron llevarse y brindarle algo más a su afición (atendiendo a la segunda parte).
Todo ello unido a la pesadilla constante que debe estar viviendo Schuster en su segundo año como entrenador madridista. A este equipo o le han hecho brujería o las lesiones parecen haberse tomado como norma. Diarra se ha "caído" para toda la temporada. Busquemos la parte positiva: otro "amor" vendrá (para acompañar a Huntelaar).
La realidad dice que los de Schuster han caído hasta la quinta posición en dos jornadas. Pero llega el clásico, como dice el tópico un partido diferente a los demás que puede cambiar la dinámica de toda una temporada, como ya ha ocurrido antes.
Así que esta semana será más amarga de lo que viene siendo últimamente por Valdebebas por la derrota liguera y la lesión del jugador de Mali; y entre medias el Zenit, cuando lo que necesitan los blancos es poner los cinco sentidos en prepararse para demostrar que es posible ganar en el Nou Camp.
La previa del Barça-Real Madrid se vivirá en la "casa blanca" de forma diferente a que si se hubiese ganado al Sevilla. Al final llegó la casta, la garra, el orgullo…, todo eso a lo que los blancos apelan cuando toca remontada, sobre todo en Chamartín. Llegó pero duró poco, unos minutos, porque la victoria se la llevaron los sevillanos a casa.
Una pena lo ocurrido en el Bernabéu en esta jornada 14, pues el equipo no pudo brindarle el triunfo a su Junta Directiva por haber conseguido la aprobación de los presupuestos del club en la Asamblea General. ¡Todo un logro! Quizá lo habría podido hacer si en vez de marcharse Robben al vestuario antes de tiempo, lo hubiese hecho Palop, como manda el reglamento. Pero todo hay que decirlo, los madridistas merecieron llevarse y brindarle algo más a su afición (atendiendo a la segunda parte).
Todo ello unido a la pesadilla constante que debe estar viviendo Schuster en su segundo año como entrenador madridista. A este equipo o le han hecho brujería o las lesiones parecen haberse tomado como norma. Diarra se ha "caído" para toda la temporada. Busquemos la parte positiva: otro "amor" vendrá (para acompañar a Huntelaar).
La realidad dice que los de Schuster han caído hasta la quinta posición en dos jornadas. Pero llega el clásico, como dice el tópico un partido diferente a los demás que puede cambiar la dinámica de toda una temporada, como ya ha ocurrido antes.
Así que esta semana será más amarga de lo que viene siendo últimamente por Valdebebas por la derrota liguera y la lesión del jugador de Mali; y entre medias el Zenit, cuando lo que necesitan los blancos es poner los cinco sentidos en prepararse para demostrar que es posible ganar en el Nou Camp.
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