Dicen los expertos en astronomía y exploración espacial, que existen tres tipos de eclipses solares: parcial, total y anular. En el primero la luna no cubre por completo al sol, en el segundo lo cubre desde algunas superficies de la tierra y en el tercer ejemplo, la luna impone su presencia a la del disco solar.
En el mundo del fútbol hay jugadores que por su caché mediático actúan como un eclipse sobre sus compañeros, sobre su vestuario e incluso sobre la entidad. Muchos de ellos son, en sí mismos, parte de la nutrida historia del deporte rey porque durante su estancia levantaron tal admiración que se les reconoce por encima del cualquier bloque.
El galo, con un caché envidiable por sus grandes actuaciones en
Más de un año después de su llegada, lo único que se puede rescatar del francés se archiva en el lado oscuro, donde se aglutinan recaídas musculares, migrañas, depresiones y, en los últimos tiempos, gestos de rabia contenida. Todo esto ha provocado los primeros silbidos de una afición decepcionada. Todos se sienten engañados. Analizando profundamente, tan sólo se podría destacar en su rendimiento un par de partidos buenos (Levante y Murcia el pasado año). El resto son esperanzas y expectativas sin premio.
Por todo ello, conscientes de que sus días de crack ya quedaron en el olvido y, porqué no decirlo, deseando eliminar un gasto complejo y de peso en las nóminas mensuales (ya que el galo cobra 8 millones de euros por sentarse en el banquillo), la maquinaria catalana está promoviendo su posible salida. Ha llegado el momento de reconocer errores. Las adquisiciones desde Londres nunca dieron buen fruto -recuerden a Overmars o Petit- y el interés por hacerle regresar ante el incesante interés del Chelsea, crece en los pasillos del Camp Nou, el que más fuerza ejerce a su cambio de aires.
Allí, en la majestuosa capital inglesa, disfrutan de Cesc, su sol particular. Mientras, en Barcelona, llevan dos años doctorándose en astronomía con el francés como protagonista y el temario de eclipses se ha ampliado a cuatro: parcial, total, anular y uno extra, el 'galacticidio'.
1 comentario:
es cierto que Henry no es el jugador que era (ya no lo era en el último año gunner), pero cuando los resultados acompañan como es el caso, y se ve implicación en el equipo, la afición puede responder a favor del galo porqué nadie niega su gran clase y talento, aunque no sea la de antaño. Si las cosas salen más o menos bien, Tity será querido por la afición azulgrana, que se enamora y desenamora muy rápidamente.
Confío en su mejoría (díganme optimista, pero con los ídolos siempre hay esperanza)
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