El pasado mes de mayo el Real Madrid levantó su segunda Liga de manera consecutiva en un registro que no se repetía en dieciocho años. La campaña, convulsa como todas en la entidad blanca, finalizó a lo grande, como se deseaba y repitiendo éxito. Sin embargo, se quiso dar un paso más, un escalón buscando un golpe de efecto en el mercado. Para ello, se apuntó sobre seguro a la estrella mediática del momento, al mejor jugador del mundo y al que será próximo Balón de Oro.
Cristiano Ronaldo fue y posiblemente será, el jugador que más portadas haya generado en este país. El causante de la tala masiva de árboles y del fin de stock en teclados para pc, acaba de reinar en Europa con su Premier y su Champions, donde fue protagonista absoluto. El luso, feliz, tenía la idea de armarse de paciencia, esperar que el Madrid hiciera el trabajo ‘sucio’ y recalar en Chamartín pero ahora, cuando la historia se frustró y toca analizar, todos salieron perdiendo.
Y es que nada les ha ido bien desde entonces. El Real Madrid vio como su deseo, su principal objetivo (como Mijatovic repitió este mismo lunes), se quedaba en Old Trafford. Con ello, se difuminaron todas las opciones de mercado pues ya era demasiado tarde. Se esperó demasiado, se limitó todo a su decisión y sólo se jugó una carta. La equivocada. La que ahora se paga con una crisis que pagarán los de siempre. El cuadro blanco no fue capaz de revertir la situación en las últimas horas del mercado veraniego cuando intentó los fichajes de Villa y Cazorla, delantero y extremo que, curiosamente, ahora vendrían de perlas. Sus equipos lo impidieron.
Pero detallando la realidad de la situación, el Manchester United siguió idéntico camino. Tantas precauciones tomó en el asunto de su estrella, que se pasó el verano intentando retenerle y mandando mensajes negativos a Madrid. Esa espera se alargó, su mercado se fue cerrando y ahora sufre igualmente un momento dubitativo en Premier. Fichó a Berbatov sobre la hora pero ha sufrido lesiones que, como en el Bernabeu, suponen haber empezado sin ‘fuelle’ la campaña.
Incluso Ronaldo perdió su estado de forma con una operación que lo dejó seco hasta hace un mes, cuando ha empezado a retomar el nivel que todos quieren recuperar. Un caché el suyo, que con el tiempo ha sido catastrófico para los planes de los dos ‘gigantes’. Todos salieron perdiendo. Cristiano era y es el desestabilizador blanco.
Etiquetas: Cristiano Ronaldo, Manchester United, Real Madrid
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