Apenas ocho años de vida independiente y conseguir un éxito que otros países llevan casi un siglo buscando, es un recuerdo imborrable en la memoria no sólo de los Mundiales, sino de cada aficionado croata. Los centroeuropeos, que no llegaban a la década de vida como nación tras la separación de la antigua Yugoslavia, dejaron a un lado el empezar de cero y aquellos días (Francia 1998) coincidieron, felizmente, con una de las grandes generaciones del fútbol balcánico en global.
Los Vatreni, que ya en la Eurocopa 1996 lograron acceder a cuartos y dar mucha guerra a Alemania (posterior campeón), llegaban más unidos que nunca en torno a un colectivo que mezclaba a partes iguales jugadores consagrados al primer nivel con perfectos bregadores de segunda fila. Stanic, Asamovic, Prosinecki, Jarni, Boban y, desde luego, Suker, formaban una columna vertebral de muchos ‘quilates’ que se iba a vengar a lo grande de lo sucedido con Alemania dos años antes. No sólo alcanzó los cuartos con holgura, sino que goleó (3-0) a los teutones y sólo la noche mágica de Thuram le frenó rumbo a la final. Había sido su Mundial.
1 comentario:
Dagor Sucker un grande.. la rompio
en el mundial 1998, buen post..
PD: Paso a avisar que apartir del viernes 11 que viene "Gambeta Argentina" la Gambeta vuelve a las canchas.. Espero verlos por ahi.. Un abrazo
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