La gacela herida vuelve a la sabana

Conducido por el buen camino de la mano del eterno Guy Roux y sabiendo explotar todas las cualidades que le hicieron despuntar desde pequeño, Djibril Cissé siempre fue un referente de futuro cuando hizo acto de presencia en el Auxerre. Allí, en el Abbé- Deschamps, con sólo 17 años, se comenzó a crear el delantero total. Rápido, incisivo, goleador y con carácter, algo que jamás le ha faltado y que, como a tantos y tantos jugadores, le suele pasar factura, el galo encarnaba unas características estupendas para triunfar.

En la Ligue One todos recuerdan aún hoy al Cissé demoledor que en 2002 y 2004 fue elegido mejor jugador del campeonato. Pintaba para crack mundial y como se esperaba, todo un Liverpool le buscó y encontró por nada menos que 20,7 millones de euros. Su explosiva velocidad presagiaba que en Anfield y en un fútbol abierto como el inglés, Cissé encontraría su escalón final pero la sabana comenzó a hacer acto de presencia.

Aquella gacela de peinados estrambóticos que parecía encaminarse a una estrella del rock moderno más que a un futbolista, nunca encontró su lugar en los Reds. Era el arranque del Spanish Liverpool de Benítez y los Morientes, Crouch o incluso Pongolle o Luís García, le hicieron renegar. Primero tuvo que ganarse el respeto actuando en banda derecha (nunca rindió) y, más tarde, tras enfrentarse varias veces con su técnico, terminó desesperado en la búsqueda de equipo. Lyon, Betis, Mónaco…le daba igual. Sólo apareció para darle a los Reds la Supercopa de 2006.

Aquellos dos años, sin embargo, tuvieron un denominador común que siempre acompañará la trayectoria del galo, y es que se fracturó ambas piernas en lesiones de extrema gravedad. Aquello no sólo fue un golpe físico por extra más de 15 meses apartado de los terrenos de juego sino que, sobre todo en la que se produjo con Francia (en un amistoso ante China), le vació mentalmente porque la misma llegó apenas diez días antes del Mundial de Alemania 2006.

Esos malos ratos dejaron la noticia de que ya en 1982, sufrió problemas serios en la pierna izquierda por una tuberculosis intestinal, pero cuando nadie daba un duro por el, reapareció y se marchó de inmediato a Francia. Eligió Marsella y deseando ser el de antaño sigue hoy en día. Su regreso ha dejado muchas dudas puesto que, por ahora, ha sido más noticia por sus bruscas entradas (lesionó a Yepes en un gesto mezquino) o sus problemas de carácter, que por sus goles.

Este miércoles, la misma sabana que le vio sucumbir y le marcó su carrera a base de tornillos en sus piernas, le espera (seguro que con ovación) como referencia atacante del rival. La gacela quiere escapar a su recuerdo con goles.

Foto: djibrilcissé.fr

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran vuelta de este crack que nunca hizo nada para mostrarlo en el Liverpool. Si no llega a ser por sus lesiones creo que si lo hubiera logrado. Hoy se vengará.

Anónimo dijo...

Creo que hubiera sido mejor si hubiera aguantado mas en Francia o no haber llegado en aquel momento. Como dices en el artiiculo, llegocuando Morienets eraq unico punta y lo coloco Benitez a la derecha, lejos de donde hace daño. Qué desgracia tuvo despues con las lesiones.

Jose David Lopez dijo...

A Hector: Creo que las lesiones tuvieron gran parte de la culpa. Aún así, para mí siempre fue un jugador sobrevalorado por su apariencia mediática.

A Spanoulis: No creo que salir le hiciera mal, ya le tocaba, pero el lugar elegido (sobre todo el momento), no era el más adecuado.

 
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