Por María Mendoza (colaboradora El Enganche)
Me aventuré a apostar por la reaparición de "Tarzán Ramos" tras el partido en Mallorca y parece ser que no iba mal encaminada. De nuevo un golazo del defensa blanco supuso el empate del Real Madrid y el inicio de la remontada contra Osasuna que se tradujo en una nueva victoria en el Santiago Bernabéu. Cuatro victorias consecutivas lleva Juande a los mandos del banquillo madridista y ha vuelto "il quattro".
La victoria fue quizás un homenaje al nuevo presidente, Boluda, pero no fue un partido bonito. Nervios y espesura en la primera parte. Casta y juego por las bandas ("revolución Juande") en la segunda. Es cierto que el conjunto blanco no se escapó de sufrir, lo mismo que los azulgranas la pasada jornada, para vencer a Osasuna, que en esta ocasión tampoco parecía ser uno de los candidatos al descenso, de momento.
Aún así, Ramos primero y después Higuaín y Robben remontaron el marcador adverso que les había dejado el iraní Nekounam en la primera parte. El portero rojillo Roberto también les echó una mano. Por esto y por ciertas decisiones arbitrales no se marchó contento el madridista técnico osasunista Camacho que, sobre todo en los primeros 45 minutos, mereció llevarse algo más del coliseo blanco.
A diferencia de otros técnicos que han pasado por el vestuario merengue, Juande Ramos tiene perfectamente medidos los tiempos (tiene hasta para hacerse la manicura) y visto lo visto en la primera mitad cambió de táctica. A tiempo. Destacado el cambio de Lass al lateral derecho que llevó a Ramos al centro de la defensa desde donde alcanzó terreno pamplonés y fusiló a Roberto en el empate a uno.
Sería Arjen Robben, de nuevo el mejor jugador del encuentro y el más participativo, el que apareciera para inventarse un pase imposible que alcanzó Higuaín (12 goles esta temporada) en el segundo palo y, demostrando esa habilidad que ha ido aprendiendo con el tiempo para hacer goles "salvadores", le dio la vuelta al marcador. Por cierto que parece que al Pipita se le da bien Osasuna porque su gol el año pasado a los navarros, les dio el título de Liga.
Pero no se quedó en tan sólo un pase lo del holandés. Buscó el gol durante todo el choque y en una de éstas encaró por la izquierda y se marchó con facilidad de sus perseguidores (hasta cinco durante los noventa minutos sólo para él) para marcar el definitivo 3-1 y el tercero también de Robben en la temporada liguera.
El Real Madrid no había tenido que remontar un encuentro desde que llegara Juande Ramos el pasado nueve de diciembre. Pero supo hacerlo y continúa segundo en la tabla. La próxima jornada repite como local contra el Deportivo de la Coruña. De momento le toca seguir esperando a que el Barça falle.
La victoria fue quizás un homenaje al nuevo presidente, Boluda, pero no fue un partido bonito. Nervios y espesura en la primera parte. Casta y juego por las bandas ("revolución Juande") en la segunda. Es cierto que el conjunto blanco no se escapó de sufrir, lo mismo que los azulgranas la pasada jornada, para vencer a Osasuna, que en esta ocasión tampoco parecía ser uno de los candidatos al descenso, de momento.
Aún así, Ramos primero y después Higuaín y Robben remontaron el marcador adverso que les había dejado el iraní Nekounam en la primera parte. El portero rojillo Roberto también les echó una mano. Por esto y por ciertas decisiones arbitrales no se marchó contento el madridista técnico osasunista Camacho que, sobre todo en los primeros 45 minutos, mereció llevarse algo más del coliseo blanco.
A diferencia de otros técnicos que han pasado por el vestuario merengue, Juande Ramos tiene perfectamente medidos los tiempos (tiene hasta para hacerse la manicura) y visto lo visto en la primera mitad cambió de táctica. A tiempo. Destacado el cambio de Lass al lateral derecho que llevó a Ramos al centro de la defensa desde donde alcanzó terreno pamplonés y fusiló a Roberto en el empate a uno.
Sería Arjen Robben, de nuevo el mejor jugador del encuentro y el más participativo, el que apareciera para inventarse un pase imposible que alcanzó Higuaín (12 goles esta temporada) en el segundo palo y, demostrando esa habilidad que ha ido aprendiendo con el tiempo para hacer goles "salvadores", le dio la vuelta al marcador. Por cierto que parece que al Pipita se le da bien Osasuna porque su gol el año pasado a los navarros, les dio el título de Liga.
Pero no se quedó en tan sólo un pase lo del holandés. Buscó el gol durante todo el choque y en una de éstas encaró por la izquierda y se marchó con facilidad de sus perseguidores (hasta cinco durante los noventa minutos sólo para él) para marcar el definitivo 3-1 y el tercero también de Robben en la temporada liguera.
El Real Madrid no había tenido que remontar un encuentro desde que llegara Juande Ramos el pasado nueve de diciembre. Pero supo hacerlo y continúa segundo en la tabla. La próxima jornada repite como local contra el Deportivo de la Coruña. De momento le toca seguir esperando a que el Barça falle.
1 comentario:
Me encanto este partido, no me pareció nada aburrido.
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