Cuando allá por 2005 con el Mundial Sub 17 como excusa Carlos Vela ya se ganó un hueco entre los ‘ojeadores’ de medio mundo, se preveía una explosión temprana y con un final atrayente. En aquella cita dejó muestras de lo que podía dar de sí con la maduración y la progresión que todo crack en ciernes necesita. Aquél título mundial (junto a Giovanni Do Santos y Villaluz) lo encumbró y el Arsenal se llevó a la perla que, con cinco goles y sin ser esa su mejor cualidad, disfrutaba con su galardón de máximo artillero. Un Botín de Oro para London.
Wenger, tan hábil como acostumbra, pagó 4 millones de euros a las Chivas de Guadalajara (propietario de sus derechos tras formarse en sus categorías juveniles) por el extremo y lo firmó para cinco campañas. Desde entonces, el técnico francés se las ingenió para darle continuidad en su crecimiento como jugador lejos de la Premier, donde debido a su edad, las legislaciones inglesas le impedían jugar al primer nivel.
Así, con sólo 16 añitos, se plantó en Vigo sin saber el cómo ni el porqué de sus viajes, pero sabedor de que en España, iba a lograr una mayor fluidez para su juego, más adecuado a las características que el posee. Aunque su paso por el Celta fue gris, entre otras cosas porque en Balaídos ya se preveían los problemas que ahora le condenan, Vela aceptó seguir en la península aceptando la propuesta de un Salamanca que siempre recordará por ser el primer club donde verdaderamente se sintió profesional.
En el Helmántico pronto demostró sus virtudes, su electricidad, su desparpajo con la pelota pegada y, desde luego, no tardó en ser el héroe de un año para recordar. En lo personal, aprovechó la experiencia para coger minutos ya que jugó 31 partidos y, además, anotó ocho dianas. Esa campaña el Arsenal sí recordó que en las tierras salmatinas tenía una perla a la que seguir sacando brillo a distancia y la directiva Gunner decidió que el siguiente paso fuera en Primera División.
Conscientes de que aquella idea podía ser clave para su futuro, no querían un equipo de mucho cartel ni uno que luchara por el descenso y pensaron en Osasuna, con lo que el ‘Bombardero’ de Quintana Roo (en el corazón de Cancún), atravesó la península y apareció en Pamplona vestido de ‘rojillo’ y ante su primera temporada al primer nivel. Los de Ziganda lograron una opción de dos años de cesión pero sin compra alguna por lo que, tras superar la treintena de partidos y ser uno de los destacados, tenía otra meta por la que había emigrado hacía varios años.
Desde el pasado 22 de mayo, Vela logró el ansiado permiso para jugar en la Premier donde debutó ante el Newcastle el pasado mes de agosto. Gustó en la pretemporada, logró estrenarse en Champions y esta semana reúne los máximos elogios de la prensa británica tras ser el protagonista absoluto en la goleada ante el Sheffield en Carling Cup. Un hat-trick con todo lujo de detalles (sobre todo la vaselina del segundo gol), que ya lo encumbra hacia la titularidad en el Emirates.
Objetivo de los medios, sin embargo, Vela sabe cual fue su mejor escuela, la de la Liga española: “La experiencia de jugar en España me ha venido muy bien. Me ayudó mucho a mejorar mi juego y el hecho de ser suplente muchas veces me permitió bregar con la presión”, comentaba esta semana.
Asegura que Wenger ya le ve “preparado” y ‘Carlitos’ no encuentra el momento de ayudar a sus compañeros que, como el, siguen reflejando la ilusión diaria de un proyecto con la precocidad como seña de identidad. Sir ir más lejos, los 19 años de media que presentaron en el Emirates el pasado martes siguen rompiendo estadísticas.
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