Resultó inconfundible por sus zancadas, sus goles, polémicas y su capacidad mediática ya que, pese a poseer un estilo cuanto menos singular, puede considerarse una especie única, un mito en su querida Costa Rica. Paulo Wanchope, el gran ídolo Tico y máximo goleador de su selección en los Mundiales (tres tantos) en dos participaciones (2002 y 2006), tuvo una dilatada carrera como jugador. El Derby County le encumbró (se estrenó con un golazo al United) y le facilitó una fama que le valdría para seguir en liza en West Ham, Manchester City, Málaga, Rosario Central o para ampliar sus bolsillos en el Al-Gharrafa, FC Tokio y Chicago Fire.
Sin embargo, el sentimiento connatural de la ‘Gacela’ proviene de una pequeña ciudad de unos 40.000 habitantes, cuyas calles le dieron la opción de poder desplegar sus enigmáticas piernas que, a la postre, crearían el orgullo de quienes le rodeaban. Heredia, capital del cantón, fue la cuna de Wanchope y, quizás por ello, no rehuyó ante la llamada de aquellos que tanto le habían dado en su infancia.
