No había opción a un debut más esperanzador para la Selección española. Con Villa como estrella goleadora, Senna y Xavi como jefes de mando y un bloque compacto que supo llevar al césped la partitura que Luis Aragonés había cuidado con esmero, la ‘Roja’ ha dejado una impresión inmejorable, se ha quitado miedos y, de paso, ha dado un aviso para aquellos que le pedían carácter para ser favoritos. No hay que sacar el optimismo más allá de lo debido pero sí disfrutarlo porque ahora, además, nos lo creemos.
El ‘sabio’, que lo fue más que nunca con un planteamiento ideado a las mil maravillas, acertó con la presencia de Torres como estilete ofensivo y con Villa como actor secundario para ‘rebañar’ todo lo que por detrás del Red se fraguaba. Y fue mucho, desde luego. El ché, que volvió a coronarse como goleador como ya hiciera en su debut mundialista en 2006 (allí anotó un doblete), fue el compañero ideal para aprovechar la velocidad y los espacios que generaba el ‘Niño’. Torres estiraba a los zagueros rusos y el ‘Guaje’ los demacró con goles de todos los registros.
Xavi fue el mejor organizador y sensor para el ritmo español, que supo dar los electrodos cuando y como quiso, ampliando así su dominio con claras contras que pudieron registrar un marcador mucho más sólido. Senna, compatible cien por cien, estuvo espléndido en la salida de balón, donde ayudó una vez tras otra a los centrales. El hispano-brasileño se ganó el oro en su oportunidad. En defensa no existieron muchos problemas y Casillas, cuando se le necesitó, se dejó ver.
Los aciertos de Luis prosiguieron en los cambios, ya que Cesc saltó al campo cuando Rusia nos había robado la iniciativa en el arranque de la segunda mitad y, aunque retirar a Torres pareció un error, fue todo lo contrario puesto que el Gunner creció en presencia y, sobre todo, el liderazgo. Otro punto que España gana para el devenir del torneo. Incluso hubo tiempo para que Cazorla debutara en una fase final con el desparpajo habitual. Gran noticia la de una idea secundaria en la selección, la de explotar al máximo todo lo que genera Torres en punta y darle prioridad a la contra por encima del ‘toque’ de los grandes mediocentros de los que presume la ‘Roja’.
En el bando de Hiddink, tantos cambios defensivos de última hora no fueron positivos. De tres centrales pasó a cuatro defensores con dos carrileros que se caracterizan por su consistencia a la hora de ganar metros en banda. Buscó mayor destrucción con Semshov y Semak, pero se perdió en la poca potencia y agresividad atacante. Allí echó en falta y mucho a los Pogrebnyak y Arshavin (lesionado y sancionado respectivamente), pero no acertó en nada con sus retoques. Extraño pero cierto. Rusia volvió a pecar de timidez.
España gana crédito con velocidad de crucero
Publicado por Jose David Lopez el martes, junio 10, 2008
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1 comentario:
España ha encontrado espacios tras el 1-0 y ahí somos un equipo difícil de parar, porque podemos tocar, movernos y Villa y Torres interpretan la ruptura de maravilla.
Los rusos tienen problemas; se nota que Hiddink quiere cambiar el estilo, pero sin Arshavin de segundo punta ni un conductor detrás de Zyrianov es complicado. Aún así, un equipo que hoy ha sido bastante inferior nos ha llegado cada vez que lo ha intentado. Ojo.
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