Leones y diablos

La historia de cómo fichó el Manchester United a Cristiano Ronaldo es de sobra conocida para todos los aficionados a los Red Devils. Amistoso que servía de inauguración del nuevo José Alvalade (2003) donde el extremo sacó relucir su galería de velocidad, regates y gestos técnicos. Tanto gusto al United, que se rumorea que fue el propio Scholes quien, por petición de todo el grupo, le dejó caer a Ferguson que aquél chico iba para crack. No se equivocaron, desde luego.

Ahora Cristiano no sólo es la estrella portuguesa del momento ni uno de los mejores jugadores del mundo (para muchos, entre los que me incluyo, el mejor), sino que ha sido el pionero perfecto para las próximas perlas de su país y, desde luego, del Sporting de Lisboa. Los leones lisboetas son la mejor cantera de Portugal, nadie lo duda y, por ello, ante la grata experiencia cerrada con Cristiano en su momento, el campeón inglés no dudó en seguir esa línea esta campaña. El experimento se llama Nani y ya es una realidad que busca sus minutos y su protagonismo al lado del hermano mayor. También llegó Anderson, aunque este vía Oporto.