Castigo a la doble P

En la Grecia posterior a la Guerra Civil (allá por 1960) surgieron, con la inestabilidad como principal punto negro, numerosos intentos de orden público y político. Así, el país pasó por manos monárquicas, democráticas o moderadas entre la mirada atónita de un pueblo incapaz de mantener la calma. Por desgracia, uno de los intentos de golpe de estado triunfó en 1967, siendo Georgios Papadopoulos su líder.

Este militar de la segunda Guerra Mundial y político tras varios ascensos honoríficos, logró, a base de fuerza, el sueño que siempre persiguió como guerrero y quiso llevarlo más lejos, extendiendo sus raíces a todo aquello que relanzara la imagen del pueblo heleno. Uno de esos valores que tanto orgullo creaba en la sociedad era el fútbol y Papadopoulos, como todo buen represor, supo aprovecharlo.

Sin ser un fiel del deporte, el déspota sí exportaba sus amores por los colores verdiblancos del Panathinaikos, dominador griego en la época y, sobre todo, su mejor baza a la hora de grandes gestas en Europa. Así, cuando el equipo ateniense se plantó en las semifinales europeas, el general vio una gran ocasión para expandir la fuerza deportiva del país y según se ha sabido ahora, decidió intervenir con una posible compra del resultado ante el Estrella Roja.

Aquél campeón por el que Papadopoulos sentía un aprecio exclusivamente interesado, estaba dirigido nada menos que por ‘Pancho’ Puskas y tenía un apartado físico espectacular. Destacaban Antoniadis (máximo goleador en aquella edición con diez goles y pichichi heleno hasta en cinco ocasiones) y los internacionales Kapsis, Domazos o Kamaras.

A sólo un paso de la final, el Estrella Roja les endosó un claro 4-1 en terreno balcánico pero en Atenas, tres goles de Antoniadis propiciaron el milagro y Grecia entera se volcó con la hazaña nacional. Ahora, la que fuera esposa del militar, Despina Gaspari, asegura que su marido la dijo antes de iniciarse el partido que “no había motivo para preocupaciones ya que el partido estaba comprado”, con lo que se han reabierto las dudas.

Días después, el Panathinaikos cayó en la finalísima de Wembley (2-0) ante el Ajax de Cruyff. Aquella noche, compras aparte, los griegos dominaron, tuvieron la posesión y merecieron mucho más. Curiosamente, Papadopoulos les había ofrecido 3.000 euros y una pensión vitalicia de 120 euros por el título, toda una declaración de intenciones.

Aquella vez, el dinero y el poder no fueron suficientes armas para un dictador que terminó sus días en la cárcel hasta que murió en Atenas, a pocos metros del Apostolos Nikolaidis, donde aquella noche se hizo historia. Desde entonces jamás se ha vuelto a repetir un éxito parecido y el castigo (de confirmarse) a la doble P (Papadopoulos-Panathinaikos) así parece indicarlo.

11 comentarios:

ARO GERALDES dijo...

¡Excelente! Cuánto disfruto de leer historias en las que se entremezclan el deporte y el poder, más cuando están tan bien narradas...
Saludos
Pablo

Unknown dijo...

Maravillosa narración. Yo soy muy aficionado a la Historia del Fútbol y al intervencionismo político en el deporte rey, me ha gustado mucho.

Normalmente, en cada país en el que se alza una dictadura de tipo autoritaria, el fútbol se utiliza como reclamo social para ahogar las penurias que sin embargo, por mucha felicidad que diera el Panathinaikos, sufría la sociedad griega.

El equipo griego llegó a la final y cayó injustamente ante un todopoderoso Ajax. Era un equipo pseudo-profesional, y más allá de la compra del aprtido ante el Estrella Roja, creo que merecen el reconocimiento del que hasta ahora han gozado. Un dirigente corrupto no debería empañar la buena imagen del único equipo griego capaz de llegar a la final de la Copa de Europa.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Pedazo de articulo te has superado. Jamas he visto a etse panathinaikos peor e Ajax con el que perdio la final era el de Cruyff y desde alli empezo su hegemonia.

Anónimo dijo...

Maravilloso el articulo de verdad. Me ha encantado sobre todo porque yo estudio historia de grecia y Papadopoulos lo di ene l examen anterior. Que jodio como sabia que el futbol es una emocion de masas.

Anónimo dijo...

Pues yo tengo sse partido grabado, mirare a ver si noto algo extraño. JEHE

Jose David Lopez dijo...

A Pablo: Gracias, de tu parte es un honor. A mí me enloquecen estas historias, son una de mis debilidades.

A Andres: Gracias de verdad. Sí, la política sirve al fútbol, peor más sirve el deporte rey a los que quieren beneficiarse de el, por desgracia.

A Spanoulis: Espero que aprobaras.

A Zlatan: Sea lo que sea, cuentaló aquí despues.

_nandor dijo...

Esta estrada esta excelente, de esto no sabia nada, el poder siempre a tratado de manipular a los pueblos usando sus pasiones. dicen por allí que hay un gato encerrado en cierta victoria obtenida por argentina en un mundial.

Pablo Malagón dijo...

Interesante historia y muy bien contada. De todos es conocido el poder del fútbol sobre las masas y el caramelo que supone para la clase política. Me quedo con la hazaña e intentaré olvidarme de Papadopoulos.

Martin Sueldo dijo...

muy buen relato amigo. La verdad esta bueno como dice Pablo relatos que mezclan deporte y poder.un saludo

J. Urrutia dijo...

Buenísimo post.

Es una maravilla poder leer de vez en cuando artículos sobre momentos puntuales de la historia del fútbol. Anécdotas y comentarios más allá de la rabiosa actualidad.

Obra maestra absoluta.

Un saludo.

Jose David Lopez dijo...

Gracias a todos. A mí me apasionan esas historias, hay muchas, pero para documentarse sobre algunas es prácticamente imposible y aunque conozcamos datos no siempre es fianilidad pura.

Saludos.

 
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