El Liverpool vuelve a las andadas

Analizar el énfasis y la fuerza con la que el Liverpool siempre se enfrenta al Chelsea nos llevaría mucho tiempo pero, una vez más, los de Benítez salieron mentalizados a tope para contrarrestar sus debilidades en favor de sus pretensiones y lograron llevar desde el primer minuto el compás del choque, no por calidad, pero sí por ilusión y garra.

Los Reds lo tenían claro, abrir las bandas con Pennant y Mark González, detener a Ballack (de lo cual se encargó Sissoko), y evitar que el balón llegara a situaciones peligrosas a base de físico y pulmón.

Justo cuando el Chelsea se dio cuenta de que el Liverpool salió con todo, Riise agarró la pelota en un corner a favor del Chelsea y arrancó en velocidad, se recorrió todo el campo y desde muy lejos intentó el disparo, que terminó colándose en la meta del italiano Cudicini para el asombro de todos. Benítez de nuevo le ganaba la partido a su homónimo.

Los Blues se lanzaron a por la igualada y de no haber sido por las intervenciones de Reina, lo hubiera logrado con disparos de Lampard y una clara ocasión de Drogba.

El Liverpool, ya más a la contra, salía con Pennant y Zenden como valores más ofensivos y abusaba, como casi siempre, del excesivo juego aéreo buscando a Crouch.

Cuando ya llegaba el final de la primera mitad, un excelente pase de Lampard
se truncó el camino de los defensores Reds, que veían como aparecía Shevchenko
para colocar el empate en el marcador en un minuto más que psicológico. Mourinho
saltó como pocas veces y el ucraniano comenzaba su relación con el gol en un
momento perfecto.

En la segunda mitad, el descaro inicial pasó y ninguno quería tomar riesgos innecesarios, lo que hizo mucho más intuitivo al partido aunque le daba mayor intensidad y emoción. Las acciones de atauqe no pararon y se pudo perfectamente decidir antes el choque.

El "baile" de cambios logró cambiar la tónica general quemarcaba el partido a base de fuerza y nueva energías. Un par de avisos con Kalou y Wright Phillips como protagonistas y un disparo de Gerrard, amontonaban ocasiones.

Pero la última palabra estaba por surgir y apareció en la cabeza de Peter Crouch, previa "galopada" de Bellamy. El galés, se marchó por el extremo izquierdo y colocó un gran centro al gigantón Reds, que apenas buscó hueco a las espaldas de Terry pudo rematar a gol.

Lampard pudo retornar sobre la hora la igualada pero el "You'll Never Walk Alone" retumbaba sobre el Millenium Stadium de Cardiff que por unos momentos era un clon de Anfield. El Liverpool vuelve a ser la pesadilla para los Blues que se dejan el primer titulo de la temporada.

En los banquillos, de nuevo Rafa Benítez se comió a su gran "amigo" Mourinho. El español no sólo no sacó a sus mejores hombres de inicio, dejó a Xabi Alonso y Gerrard en el banco y sacó de mediocentros a Zenden y Sissoko.¿Arriesgado?, sí, pero Rafa quería contacto físico y la partida le salió bien. Además, al finalizar, Rafa estaba radiante y con la moral muy alta.

Lampard y Ballack se anulan mutuamente y el centro del campo pierde pulmón, por no hablar de la extraña sociedad Drogba - Sheva en la punta. Mou parece no querer quedar mal con nadie, pero... tiene mucho que mejorar aún.