Día 1: Europa 1 - América 1

Como si de la mismísima Ryder Cup se tratara, el duelo entre continentes del grupo A comenzó con empate, y no parece que la tónica vaya a ser muy contraria. Gran debut de este Mundial, nada menos que 8 goles en dos partidos, lo nunca visto.

El baile lo comenzó Alemania, una anfitriona arropadísima en el Allianz Arena no podía fallar, sería un regate a la historia, un hecho sin precedentes, y poco hizo Costa Rica para evitarlo, como si no quisiera meter el dedo en la yaga que se le puede montar al bueno de Klinsmann. Hoy no fue ese día en que el seleccionador haya sufrido, que llegará, puesto que con lo poco que propuso el rival fue capaz de hacerle dos goles, casi idénticos por cierto, era momento de sellar que Alemania es aspirante y había que hacerlo sin Ballack.

Casi cuando nos sentábamos tras la interminable ceremonia, lo siento las odio, apareció Lahm para soltarse un latigazo desde dentro que explica porqué algunos técnicos colocan a los jugadores cambiados de banda, el del Bayern es diestro pero juega en la izquierda, domina las dos piernas y de él salió el primero del festival que nos esperaba.


Digo festival o verbena porque en eso estaba la defensa teutona. Wanchope, multi criticado por sus propios aficionados, aprovechó la primera que le pasó delante para batir a Lehman. Alemania se había precipitado y sus defensores marcaban tan arriba que un pasecito de Centeno a las espaldas valió su peso en oro.
Vuelta a empezar, aunque por poco porque Klose sencillamente está tocado por una varita y todo lo que toca se convierte en gol. Primero por buena colocación de puro "nueve" sólo para empujar donde nadie estaba y después para cabecear, hacer lucirse a un dudoso José Porras, y aprovechar el despeje del mismo, en fin, goles de un punta enrachado que llega estadísticas de infarto, con más de un gol de media por partido jugado este año.

Antes del segundo de Klose, de nuevo Wanchope repitió escena frente a Lehman y con mismo final. Ya sobre la hora apareció el zapatazo de Frings, no es extraño porque ya lo ha mostrado alguna que otra vez, pero si es digno de recompensa.

Parecería un bonito final, pero ni jugadores ni aficionados estarán muy contentos puesto que una débil Costa Rica, con un sólo punta y llegando en dos ocasiones, logró dos tantos, mal augurio para los defensores germanos, que sufrirán de lo lindo.

Ya a la noche y con medio país en el televisor, por aquello de la colonia ecuatoriana en España, los pupilos de Luis Suárez, mostraron al mundo que saben jugar más allá de las "alturas" de su país. Les valió un buen orden defensivo y entrega constante para doblegar a la peor Polonia de los últimos tiempos.

Los polacos estaban como en casa, al menos el grito de "Polska" se escuchaba como si en Varsovia se jugara pero cuando no hay disposición, no hay rezos que valgan. Pawel Janas, que ya llegaba al choque en la cuerda floja, tendrá que explicar como saltó al campo con un sólo punta (Zurawski) y cinco centrocampistas para contener, pero ni estorbar hicieron.

Ecuador se plantó con su juego de ritmos templados y aprovechó una magnifica jugada ensayada de saque de banda para adelantarse. El encargado del cabezazo final tras una "peinada" fue Tenorio, que se partió la cara con los desquiciados defensores polacos durante todo el choque. Para cuando Polonia se quiso dar cuenta de que el tiempo se le encimaba, Kaviedes "regalaba" al "Tin" Delgado el segundo para alegría del sector tricolor del estadio, claramente en minoría.

Polonia tuvo ya en los minutos finales el arreón de rabia que sale surge casi sin quererlo, pero se encontró con dos postes que hubieran podido cambiar el guión. Pese a todo, Ecuador merecía el respeto de los que sólo ven un equipo fuerte en las alturas de la majestuosa Quito.

Que siga el espectáculo que esto acaba de empezar...