En la última de estas fechas, se ha comprobado aquello de que cuando se juega con fuego, uno se acaba quemando, tal y como le ha pasado a Mourinho y sus hombres. El Chelsea viene de una jornada en la que ha perdido dos puntos -por más que haya logrado uno-, pero quizás haya perdido lo más importante, el respeto que algunos le tenían. Y todo, por un exceso de conservadurismo y prepotencia que se veía venir.
Sus últimos seis goles encajados en sólo tres partidos, hablan de una gran desincronización en defensa, donde se echa de menos la figura de su gran capitán, John Terry, que puede ir para largo. Sin el, los Blues han probado con defensa experimentada Ferreira, Carvalho, Bouhlarouz -central y lateral-, Cole e incluso probando según las circunstancias de partido con Essien -lateral e incluso central-, Geremi y ayer Bridge.
El punto álgido del despropósito llegó con los dos tantos del Reading. El primero de Lita completamente sólo de marca - por más que estuviera en fuera de juego- en el que faltó tirar la línea de fuera de juego a tiempo, y el segundo y definitivo, tras un garrafal error de Cole al despejar contra Essien, que a su vez, llegaba tarde al tímido ataque de los hombres del gran Steve Coppell.
Hasta ahora, en partidos cerrados y con problemas para el Chelsea Drogba ha estado sacando la cabeza -Everton, Newcastle y Reading-, Robben -Wigan-, e incluso Essien ante los Gunners en Stamford Bridge, pero, como se demostró este martes, no siempre hay tiempo y suerte necesaria para poder levantar un partido sobre la hora.
El perfil del problema siempre es el mismo –más allá del poco juego que sale de Ballack-Lampard y de Andrei-. El Chelsea tiene una plantilla con infinidad de alternativas para el devenir del partido, ya sea para jugar a la contra, para cerrarse atrás e incluso para jugársela a balón parado, y conoce que pocos equipos del mundo tienen ese potencial, lo que al final, se convierte en un círculo vicioso en el que el conformismo domino y acaba por llevar a la prepotencia. Esto, va a provocar algún fichaje invernal, casi con seguridad en defensa. ¿Richards?.
Se pudo ver ayer cuando el Reading se adelantó, ya que inmediatamente después, el Chelsea apretó y anotó, como y cuando quiso. ¿Porqué no hacerlo siempre así?, se preguntarán los aficionados Blues.
La victoria del Man.United